La reciente inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 nos deja llenos de un aire festivo y rupturista, propios de la escena cultural francesa; a los capítulos de revolución, fiesta y cabaret, que se realizaron en la ceremonia, se sumó uno que miramos con especial atención: el amor por los libros y las bibliotecas.
El director artístico de la inauguración, el actor y director de ópera Thomas Jolly (Ruan, 1982) incorporó una mención especial a los grandes nombres de la literatura francesa y a un tópico de liberación sexual que fue escandaloso en su época: el ménage à trois, el trío.
El trío es un acuerdo entre personas adultas para mantener relaciones de amor o sexuales, en el plano doméstico. Es una práctica que ha sido experimentada por diversas personalidades a lo largo de la historia, entre ellos, los artistas Paul Éluard y Gala ―luego casada con Salvador Dalí, en 1932― quienes mantuvieron una relación sentimental con el pintor alemán Max Ernst.
También lo llevaron a la práctica el poeta Ezra Pound, su esposa, la artista Dorothy Shakespear y su amante, la concertista de violín Olga Rudge; o parejas como la de los filósofos Friedrich Nietzsche y Paul Rée, con la psicoanalista rusa Lou Andreas-Salomé.
En la inauguración de los Juegos Olímpicos, Thomas Jolly nos presenta un trío en la Biblioteca Nacional de Francia, sede Richelieu, originalmente el palacio del cardenal Mazarino, construido en el siglo XVII; un edificio bellamente decorado, recién sometido a una restauración total, que duró doce años, y ubicado a sólo unas cuadras de los jardines del Palacio Real.
En la sala Oval, espacio de lectura abierto al público y que posee más de veinte mil volúmenes de acceso libre, se encuentran tres jóvenes lectores: una mujer y dos hombres, cada uno concentrado en su propio libro.
Al compás del aria L’amour est un oiseau rebelle (El amor es un pájaro rebelde), de la ópera Carmen, de George Bizet, comienzan las miradas de coqueteo, mientras van escondiéndose entre los libros que leen. En este juego de miradas y correrías por los pasillos de la biblioteca, aparecen:
- Romances sans paroles (Romanzas sin palabras), del poeta Paul Verlaine, publicado en 1874. Basado en las canciones líricas de Felix Mendelssohn, la obra fue escrita durante sus viajes con su amante, Arthur Rimbaud, en un período de un año.
- On ne badine pas avec l’amour (Con el amor no se juega), obra de teatro en tres actos, de Alfred de Musset, publicada en 1834. La historia de amor entre Camila, de 18 años, y su primo Perdican, de 21 años. En 1908, la obra fue llevada al cine mudo por Georges Méliès.
- Passion simple (Pura pasión), de Annie Ernaux, la historia sobre la pasión de una mujer independiente, que pierde la cabeza por un diplomático de un país del Este.
- Bel ami (Buen amigo), de Guy de Maupassant, que cuenta la historia de Georges Duroy, un ex suboficial que descubre la brecha por la que meterse para conseguir fama y dinero.
- Sexe et mensonges: La vie sexuelle au Maroc (Sexo y mentiras: La vida sexual en Marruecos), de la escritora Leïla Slimani. La voz, fuerte y sincera, de una juventud marroquí que vive amordazada, en una sociedad donde el sexo se consume como mercancía.
- Le Diable au corps (El diablo en el cuerpo), de Raymond Radiguet, que cuenta la historia de amor entre un joven y una mujer, mientras que el marido de esta última lucha en el frente durante la Primera Guerra Mundial.
- Les Liaisons dangereuses (Las relaciones peligrosas), Pierre Choderlos de Laclos, narra las cartas que se envían unos antiguos amantes y grandes libertinos, el vizconde de Valmont y la marquesa de Merteuil, quienes se confían sus planes de conquista amorosa.
- Les amants magnifiques (Los amantes magníficos), obra de teatro de Molière que narra la historia de dos príncipes rivales que se pelean por una joven princesa, quien ama a un soldado sin nobleza, pero con gloria.
- Le Triomphe de l’amour (El triunfo del amor), de Pierre de Marivaux. Una historia de travestismo escrita en prosa, en 1732. Una joven princesa, vestida de hombre, busca tener dos amantes: un hombre y una mujer.
Para cerrar esta escena, el director nos muestra al nuevo trío corriendo por las calles de París, en una reversión del clásico filme Jules et Jim (1962), de François Truffaut, basado en la novela homónima de Henri-Pierre Roché, quien escribe sobre la historia de dos amigos, uno austriaco y otro francés, Jules y Jim, quienes conocen a Catherine, una mujer de la cual ambos se enamoran; mientras que, en la ceremonia, los tres jóvenes vestidos con ropa de coloridos corazones, suben las escaleras de un edificio, besándose y riendo, al mismo tiempo que entran a un pequeño departamento y le cierran la puerta al espectador. Afuera, sobre el Pont Neuf, un avión dibuja un corazón sobre el cielo lluvioso de París.
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