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Nellie Bly: los días en un manicomio de la pionera del periodismo encubierto

Francisca Tapia Por Francisca Tapia

Uno de los trabajos más destacados de la reportera estadounidense –publicado originalmente en 1887 y reeditado en 2021 por Alquimia Ediciones– narra en primera persona las condiciones en las que vivían las pacientes de un hospital psiquiátrico y las consecuencias que traen las revelaciones a través de los medios de comunicación de esta inédita experiencia.

«¿Cómo me sacarán?» preguntó Elizabeth Jane Cochran, de 23 años, al editor del New York World que le propuso ingresar a un manicomio con el objetivo de contar con fidelidad el funcionamiento interno del lugar. «No lo sé» y «limítese a conseguir entrar» fue la honesta respuesta que no desmotivó a la joven, que llevaba solo cuatro meses en la ciudad, y aceptó ingresar como una paciente más. El camino para lograrlo, la vida dentro del pabellón y las reflexiones posteriores dieron forma a un espectacular reportaje titulado Diez días en un psiquiátrico, firmado bajo el seudónimo de Nellie Bly, que marcó un hito en el periodismo de investigación.  

El trabajo de Nellie –que fue compartido originalmente en el periódico New York World y luego se transformó en un libro publicado en 1887– narra su performance para convencer a la gente de una pensión de que requería atención psiquiátrica, su detención, y posterior traslado al frenopático de Blackwell’s Island, y su vida en el lugar donde experimentó las condiciones del recinto: baños frente al resto de sus compañeras con baldes de agua fría, escases de comida, falta de abrigo, violencia física y psicológica, y el gran desinterés del cuerpo médico por lo que allí sucedía. 

La joven estadounidense se relacionó con gran parte de las pacientes de los pabellones en los que vivió, algunas de las cuales consideraría en total dominio de sus facultades mentales, encerradas por causas injustas, como la precariedad de su situación económica o las diferencias idiomáticas que les impedirían defenderse. La misma Bly durante su encierro intentó dialogar con los médicos para pedir una evaluación justa, dar cuenta de las condiciones de salud de sus compañeras o de los malos tratos, sin tener respuesta. «El manicomio de la isla de Blackwell es una trampa para humanos. Es fácil entrar, pero una vez allí es imposible salir», escribió Bly, aclarando que para su salida debió contar con la intervención de un abogado.

Ya en libertad, Nellie Bly debió comparecer ante un jurado al cual acusó todo lo consignado en su relato. Pese a que con una visita programada al lugar muchas de las deficiencias habían sido convenientemente cubiertas –y varias pacientes citadas en su historia fueron reubicadas en lugares a los que no pudieron acceder–, su denuncia permitió que se mejoraran las condiciones generales del recinto y se destinara un millón de dólares adicional, anualmente, para el cuidado de las personas con enfermedades mentales.

Alquimia ediciones, 2021

Pionera

Nellie Bly fue precursora del periodismo gonzo, casi cien años antes de que existiera el término usado para describir el trabajo del periodista y escritor Hunter S. Thompson. Un subgénero caracterizado por la forma de narrar el reportaje: subjetivamente, desde la experiencia y las emociones, convirtiendo al reportero en un narrador protagonista que presenta los eventos en primera persona, teñidos por su visión de las cosas.

La joven estadounidense conseguiría un puesto oficial dentro del New York World tras el éxito de Diez días en un psiquiátrico. A este trabajo le seguirían muchos más relatados de forma similar: trabajó en una fábrica, ingresó a un albergue de mujeres indigentes, al boxeo, a un fumadero de opio. Sin embargo, aquel que le otorgaría mayor fama sería un viaje alrededor del mundo que desafiaría la novela La vuelta al mundo en ochenta días, escrita por Julio Verne. Nelly Bly realizaría la travesía en 72 días, seis horas y 11 minutos.

Entre las traducciones al español del trabajo de Bly difundidas en los últimos años destaca Diez días en un psiquiátrico, de Alquimia Ediciones publicada en 2021, y La vuelta al mundo en 72 días y otros escritos, de Capitán Swing, publicada en 2018.  De esta última edición, que reúne varios reportajes de Bly, rescato la pregunta planteada en el prólogo de la obra: «¿De dónde procedía la sólida conciencia que tenía Nellie Bly de sí misma?».

A más de un siglo del inicio de la carrera de la reportera estadounidense es inevitable celebrar el aporte social de su trabajo, develando injusticias y malas prácticas en los lugares a los que se internaba, sin embargo, cabe destacar también la confianza, autoestima y desplante para dejar de lado la modestia y labrarse un nombre contra todo lo que se habría esperado de una mujer de su época.

Con una infancia compleja, marcada por la temprana muerte de su padre y la cercanía de un padrastro alcohólico y acosador, la joven periodista construyó una personalidad independiente y autónoma que se inclinó al trabajo en prensa cuando a los dieciocho años envió una carta al director del periódico Pittsburgh Dispatch, en respuesta a un artículo sexista que indicaba que las mujeres solo eran expertas en la crianza infantil y las labores domésticas. Fue este medio el que le ofrecería su primer trabajo y su seudónimo, una etapa que ella dejaría al ser relegada a temas de moda y espectáculos que no respondían a sus verdaderas inquietudes.

«Estimado Q.O: Me voy a Nueva York. Esté atento. Bly», fueron las últimas palabras que dejó a su editor en el Pittsburgh Dispatch. Meses después escribiría Diez días en un psiquiátrico, un trabajo que mantendría a muchos lectores atentos a los siguientes artículos firmados por Nellie Bly.

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Francisca Tapia

Periodista diplomada en Literatura infantil y juvenil de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ha colaborado en medios de comunicación e instituciones de educación y cultura. A través de entrevistas, reseñas y su pequeña librería online comparte el amor por la lectura.

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