«La poesía y los cuentos mapuche les hablan a los niños y niñas de las distintas culturas sobre un mundo disponible: el canto de los pájaros y ríos inmensos donde se puede caminar, sin límites ni semáforos», cuenta María Isabel Lara Millapán, poeta y académica de la Universidad Católica de Villarrica, lugar donde enseña didáctica y literatura infantil a los futuros profesores.
Trabaja también por la revitalización del mapuzugun y es que «hoy ya casi no existen niños que lo tengan como primera lengua. Entonces es necesario que como mapuche, desde el lugar en el que estemos, mantengamos vivas nuestras palabras». Pensando en esto, ha participado en distintas iniciativas como el software para aprender de manera remota, Mapuzugun Mew, y un estudio sociolingüístico que busca determinar no solo la cantidad de hablantes sino su nivel de manejo de la lengua. En resumen, nadie mejor que María Lara Millapan para recomendarnos títulos escritos directamente o traducidos al mapuzugun para los pequeños lectores.
No solo para niños y niñas mapuche, porque según nos explicó, la literatura es ante todo ese territorio abierto —sin semáforos— en que podemos reconocernos y conocernos, como los compañeros de paso por este mundo que somos, sin restricción de cultura ni de edad.
Tukukan wall mapu mew. El habla de la huerta
Orjikh editores, 2022
Este libro trilingüe —mapudungun, español e inglés— recopila los conocimientos que, en relación al mundo de la huerta, tiene un grupo de niños y niñas de jardines infantiles de la comuna de Padre las Casas, en la región de La Araucanía.
Según explican los autores en la presentación, el libro es el resultado de un proyecto que usó la huerta para fortalecer el pensamiento científico y revitalizar la lengua y los saberes mapuche. Pensando en esto, se realizaron distintas actividades que los pequeños expertos plasmaron en dibujos. Ngefün (semillas), anümka (árboles), ngülliw (piñón), así como también la kollongka achawall (gallina kollonka) y la llampüdkeñ (mariposa). ¡De todo encontramos en esta huerta!
Las distintas estaciones del año: rimu (otoño), pekum (invierno), pewü (primavera) y verano (walüng) aparecen asociadas a prácticas y productos, recogidos en conversaciones con las madres huerteras. Un libro para disfrutar también con los oídos, ya que cada estación viene asociada a un código QR donde encontramos las voces que nombran, en los distintos idiomas, la hermosa huerta de Wallmapu.
Rayengey ti dungun: pichikeche ñi mapuche komwirin / La palabra es la flor: poesía mapuche para niños
Ministerio de Educación, 2011
«En medio de las infinitas labores de la vida diaria, en medio de los juegos, tareas y deberes de la escuela y el hogar, la palabra —oral y escrita— es el instrumento que nos permite no sólo comunicarnos, informarnos o registrar los acontecimientos íntimos y comunitarios, sino que también crear otros mundos”, dice el poeta Jaime Huenún en el prólogo de este libro que toma su nombre de los versos del también poeta, Omar Huenuqueo.
Publicado hace más de una década, este libro bilingüe, disponible gratuitamente, reúne a treinta y dos voces de la poesía escrita por mapuche, que le hablan a niños y niñas sobre experiencias que van desde la relación con el mundo natural —poemas a los pájaros, el viento, las estrellas— hasta la experiencia mapuche en la ciudad: «Ciber Lautaro, cabalgas en este tiempo Tecno-Metal/ Tu caballo trota en la red,/ las riendas son un cable a tierra», dice David Añiñir.
Poesía que, como explica Jaime Huenún, se alimenta del ülkantun (canto) y el nütramkan (conversación en que se comunican relatos) aún practicados en las comunidades, y que resulta una ventana amable —construida a medida de niños y niñas— para asomarnos, desde la mirada mapuche, al corazón humano y su capacidad de conmoverse. Y cómo no, si, como dice María Teresa Panchillo en su poema: «Aquí en la tierra hablamos todos, las aves,/ los animales, /las aguas. Silba como el viento la culebra/ cuando viene el tiempo de lluvia/ y el silbar es su palabra».
Mapu ka anthü ñi zugu / Palabras de tierra y sol, poemas y relatos mapuche para niños y niñas
Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, 2020
Este libro, también a cargo de Jaime Huenún y disponible de manera gratuita, se presenta como «un regalo a los niños indígenas y no indígenas de nuestra región». Hecho en tiempo de pandemia, el primer poema, a cargo de Juan Colil, nos invita a recordar que las palabras y la poesía pueden rescatarnos en los momentos difíciles, llevándonos, por ejemplo, de viaje en un dibujo. «Dibujo los trazos de un caballo/ con sus movimientos lentos/ su andar reposado/ su mirada confiada de animal viejo/ como el caballo sin nombre de mi abuelo», dice el poeta.
También los relatos acompañan con ternura a niños y niñas en la observación del mundo exterior e interior. Por ejemplo el de Bernardo Colipán Filgueira que nos lleva a un paseo por el cielo de Wallmapu, en el que conocemos la misión y el carácter de los pájaros. «Al pitío se le asignó el rol de cantar cuando viene la lluvia y avisar si se aproximan personas al bosque», nos dice.
Tal como indica el antologador —a quien hay que agradecer que pensara en los niños y las niñas como destinatarios de la literatura mapuche contemporánea— «los poemas y los relatos aquí incluidos, todos arraigados en nuestra querida cultura mapuche, son amplios territorios de imaginación, libertad, diversión, viajes y conocimientos».
El We Tripantu desde la mirada de los niños y las niñas de la Araucanía
Pontificia Universidad Católica de Chile, 2018
El cuarto libro, si bien no es bilingüe —y es difícil de conseguir, pero sirve como ejemplo de lo que se puede hacer cruzando disciplinas— resulta una interesante mezcla de géneros y experiencias. La historia comienza cuando una compañía de teatro conformada por un grupo de estudiantes de pedagogía, decidió crear y montar una obra de teatro sobre el porqué de la celebración del We Tripantu.
Llevaron la obra a diferentes jardines infantiles de Wallmapu y luego de la función, invitaron a los niños y niñas a hacer dibujos y comentarios. El resultado es un libro que incluye el guion de la obra, los dibujos de los espectadores, la reflexión final de los investigadores e incluso enlaces a la música que pueden utilizar quienes quieran replicar la experiencia. También un glosario de mapuzugun pensado para que niños y niñas den sus primeros pasos en la lengua.
Abrimos y terminamos estas recomendaciones con la definición de We Tripantu que hizo Agustín Diramuca de cuatro años, explicando que en la celebración del nuevo ciclo, «salen por la puerta a pedirle al sol que no falte». Seguro que al escucharlo, el sol no pudo negarse, por un ciclo más, a tan importante pedido.