Sabemos que la literatura construye realidades, pero ¿qué pasa cuando esa realidad no representa a la gran mayoría de los lectores? Cuando tu realidad ni la de quienes te rodea aparece en los libros que lees. Algo así es lo que venía sucediendo en Brasil, el último país latinoamericano en abolir la esclavitud, con más de doscientos millones de habitantes de los cuales el 56% de la población se declara negra y mestiza, pero en donde el racismo y la disparidad en el acceso a muchos sectores, incluso al mundo que recrean las novelas, les era vetado.
«Pero estamos viviendo tiempos de cambio», augura el escritor y editor de Todavia Livros, Leandro Sarmatz, «y los negros en este país con dimensión de continente ya dejaron de no verse representados en la literatura contemporánea». El gran éxito literario de esta joven editorial así lo comprueba, un superventas que les llena de orgullo y que ha sido un hito que ha llevado a otras editoriales brasileras a replantearse el tipo de historias publicadas y su selección de autores, buscando escritores fuera de las grandes ciudades como São Paulo y Río de Janeiro. «Ha llegado el momento de nombrar la periferia», agrega Sarmatz.
Hablamos de Torto arado, o Arado torcido en español, la novela del escritor bahiano, Itamar Viera Junior (1979). Considerada uno de los mayores fenómenos de la literatura brasilera de este siglo fue publicada en el año 2020 en Brasil por esta editorial, actualmente traducida a más de veinte idiomas con millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. Se ha transformado incluso en serie de televisión para HBO, piezas de música y de teatro.
Itamar Vieira Junior es geógrafo y doctor en estudios étnicos y africanos de la Universidad Federal de Bahía. Su ya famosa obra trata de la realidad del interior del estado brasileño de Bahía, en donde dos hermanas, Bibiana y Belonísia, encuentran un antiguo y misterioso cuchillo guardado en una maleta debajo de la cama de su abuela. De ahí que un accidente va a entrelazar y marcar sus vidas para siempre. Pero Torto arado por sobre todo es un libro que pone el foco en la discusión del racismo y de las desigualdades sociales en Brasil, una novela sobre la vida y la muerte, la lucha y la redención, que aborda temas como la esclavitud y las disputas territoriales.
Sin duda, este éxito literario marcó un antes y un después en la corta vida de la editorial paulista Todavia. Cuando publicaron Torto arado solo habían pasado dos años desde que abrieran sus puertas en el bohemio barrio de Santa Magdalena, donde cinco amigos decidieron crear una editorial que contase buenas historias para los tiempos que corren, en donde los autores y los libros se tratasen con extremo cuidado, pero sin descuidar el negocio para que fuese sustentable y los procesos se llevasen con rigurosa profesionalidad.
Flavio Moura, André Conti y el mismo Leandro Sarmatz eran hasta ese entonces compañeros en la reconocida casa editorial Companhia das letras. Allí aprendieron todo lo que están aplicando hoy en su propia editorial, y allí fue donde conocieron a los otros dos integrantes del equipo inicial: Ana Paula Hisoyama, quien llevó los derechos internacionales por dos décadas en Companhia, y al director comercial, Marcelo Levy, hoy ya fuera del proyecto.
Los cinco apostaron por la creación de esta nueva editorial inspirados en el trabajo que venía haciendo la misma Companhia das letras, la extinta y revolucionaria Cosac Naify, 34 editora, Intrínseca y Objetiva, todas editoriales de renombre en Brasil. Habían sobrevivido a un año 2016 especialmente malo para la industria editorial, pero el sueño de la editorial propia se concretó cuando dieron con un inversor principal, Alfredo Setubal, quien es accionista del banco Itaú.
El equipo fundador de Todavia no buscaba ser tan solo una editorial pequeña, ir publicando de a un libro. Pensaban en grande y querían hacer textos de alta calidad con un tratamiento gráfico tan bueno o mejor que la historia que contenían. Todos ellos vienen de la escuela de Luis Schwarcz, reconocido editor brasilero, exdirector de la editorial Brasiliense y fundador de Companhia das letras en 1986, la misma editorial que ha comprado el grupo Penguin Random House en 2011. Fue él quien les alentó a seguir sus mismos pasos.
Hoy el equipo hace un poco de todo y el catálogo abarca ficción, biografía, ensayo, ciencias humanas y políticas, historia y divulgación científica con calidad literaria y hecha para un público no especialista. Se propusieron publicar no más de cuatro o cinco libros al mes, la cantidad justa para no descuidar el ciclo del libro. Y así, un poco por intereses personales y experiencias pasadas, Flavio se ha dedicado a los libros de ficción, Leandro a la poesía y las nuevas traducciones de los clásicos y André a la novela gráfica y la ciencia, pero aseguran que se complementan entre todos y que el trabajo diario es en equipo. Un equipo que partió siendo de seis personas y hoy completa treinta y cuatro trabajadores, entre ellos la recién incorporada editora Mell Brites, especializada en literatura infantil, quien lidera desde el año pasado el sello llamado Baiao. En este primer año ya han fichado a la Premio Nobel de Literatura, Olga Tokarczuk, al reconocido ilustrador español Isidro Ferrer y publicado desde escritos inéditos del clásico brasilero Graciliano Ramos de Oliveira a textos infantiles del chileno Luis Sepúlveda.
Esa cercanía con los temas contingentes que atañen a la sociedad brasilera es algo que ha definido el catálogo de Todavia, en donde predominan los autores brasileros, pero en donde también llama la atención la importante cantidad de autores latinoamericanos que han traducido para incorporar a su editorial: de Chile tienen a Lina Meruane y Benjamín Labatut, de México a Guadalupe Nettel y Daniel Sada, de Uruguay, y de Argentina ya cuentan con seis autores publicados: Zappi, Gainza, Pron, Mairal, Piglia y Almada. Y más que vendrán: Leandro anuncia que este 2024 publicarán a Gabriel Mamani de Bolivia y a los ya clásicos de Manuel Puig de Argentina.
Claramente, la editorial está apostando por llevar las letras iberoamericanas dentro de sus fronteras y está trabajando muy de cerca con los planes de lectura en colegios y escuelas. Para ello han desarrollado un catálogo especial de promoción para esos sectores, con todos los complementos de guías y actividades que un docente pueda necesitar. Lo importante es llevar los temas contingentes a la educación pública, remover los estereotipos literarios y que todos se sientan representados.
Porque el poder de una buena historia es imbatible, es cierto. Pero también lo es el dar cobijo a una generación contemporánea de escritores de diversas latitudes, en particular a los de la periferia brasilera, constituyéndose así en un proyecto que es un acto de resistencia y de diferenciación a la vez, que le han valido el amplio reconocimiento a Todavia Libros.