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En honor a María Elena Walsh.

Manolo López Por Manolo López

Yo me nazco, yo misma me levanto, organizo mi forma y determino mi cantidad, mi número divino, mi régimen de paz, mi azar de llanto. Establezco mi origen y termino porque sí, para nunca, por lo tanto. Soy lo que se me ocurre cuando canto. No tengo ganas de tener destino. Poeta, novelista, compositora, cantante...

Yo me nazco, yo misma me levanto,
organizo mi forma y determino
mi cantidad, mi número divino,
mi régimen de paz, mi azar de llanto.
Establezco mi origen y termino
porque sí, para nunca, por lo tanto.
Soy lo que se me ocurre cuando canto.
No tengo ganas de tener destino.

Poeta, novelista, compositora, cantante y guionista de teatro, cine y televisión, María Elena Walsh nació en Ramos Mejía, en el Gran Buenos Aires en 1930. Sus obras se han constituido en verdaderos clásicos de la literatura infantil latinoamericana y sus canciones han sido cantadas por distintas generaciones. Entre sus personajes más famosos sin dudas, sobresale Manuelita, la tortuga que fuera llevada al cine en dibujos animados y que incluso tiene una estatua en la localidad argentina de Pehuajó.

En sus comienzos, junto a Leda Valladares, conformó un dúo, Leda y María, dedicado a la difusión de la música popular española y, en especial, de la música autóctona de la Argentina. A partir de esas presentaciones, María Elena Walsh echa un ancla en la literatura oral de tradición infantil. La otra característica de su obra es la incorporación del nonsense en la literatura infantil de habla hispana, figura literaria que puede ser en verso o en prosa, que busca generar juegos de palabras que transgreden las formas comunes de la sintaxis y la semántica, y del cual resultan juegos extraños, comúnmente humorísticos y absurdos; quizás conservaba los ecos de la lectura de limmericks, poemas humorísticos con una métrica específica, que le hiciera su padre en la infancia. Así, el disparate se extiende por su obra poética y por la narrativa.

Si bien comenzó a publicar desde muy joven, su obra no ha perdido vigencia ya que en la actualidad sus cuentos y canciones se encuentran presentes en jardines infantiles y escuelas, donde grandes y chicos participan del mundo de fantasía e ingenio que propone en sus obras. Pero su trabajo no se limitó solamente a la Literatura Infantil y Juvenil. Escribió poemas destinados a los adultos y su análisis, lúcido y punzante, los expresó en artículos periodísticos, artículos luego recopilados en libros de gran difusión. Su última publicación fue una novela autobiográfica para adultos: Fantasmas en el parque.

En los últimos años había publicado gran parte de su obra en la Editorial Alfaguara, que le había dedicado una colección de autor: “Alfawalsh”. En esta colección, además de reimpresiones de obras ya agotadas, se publicaron textos inéditos de la autora, como es el caso de su obra teatral.

Comentario Crítico.

María Elena Walsh fue, indudablemente, una escritora que marcó un antes y un después, que señaló el inicio de una nueva literatura infantil en Argentina. Por un lado, la obra de la primera etapa destacó por el ritmo. La literatura de tradición oral y su profundo sentido de lo musical, le permitieron dar cualidad a esta característica tan importante en la comunicación con los niños pequeños. Pero además, destaca el humor en esa obra; básicamente de la mano del nonsense, del disparate. Estos dos elementos cautivaron a niños y adultos. En una segunda etapa de su obra ingresa en la narrativa: ya sea como cuentos, donde mencionaremos especialmente a Cuentopos de Gulubú, o con la novela, cuyo ejemplo es Dailan Kifki.

María Elena Walsh fue una artista auténtica, que pisó escenarios como cantante, escribió letra y música para sus obras poéticas, tradujo obras literarias para niños, dirigió colecciones y enciclopedias, escribió teatro, recopiló literatura oral siempre sus agudas opiniones mantuvieron despierta a la ciudadanía.

Fuentes.

García Padrino, Jaime (coordinador): Gran Diccionario de Autores Latinoamericanos de Literatura Infantil y Juvenil, Madrid, Fundación SM, 2010.

Garralón, Ana: “María Elena Walsh o el discreto encanto de la tenacidad”, en CLIJ, año 9, número 80, Barcelona, febrero de 1996, pp. 44-52. Disponible en http://www.fundaciongsr.org/documentos/3778.pdf

Origgi, Alicia: “El placer de crear, con integridad”, en Imaginaria, número 19, Buenos Aires, 23 de febrero de 2000. Disponible en http://www.imaginaria.com.ar/01/9/walsh1.htm

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