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«La madre de Eva», un libro y una obra

Ismael Rivera Por Ismael Rivera

Llevada al teatro por la destacada actriz y directora Heidrun María Breier, La madre de Eva es una novela escrita por la italiana Silvia Ferreri en 2017. Tras una primera temporada con gran recibimiento en junio de este año, esta novela llega en su segunda temporada a las tablas chilenas entre los días 7 y 29 de octubre en la sala del Teatro Mori de Bellavista. [Créditos portada: redsalasteatro.cl]

La madre de Eva es una novela de la escritora italiana Silvia Ferreri, publicada el 2017 por Neo Edizioni, y en español por Edicola Ediciones, con traducción de Francisca García Moggia. Edicola es una editorial ítalo-chilena que publica narrativa italiana en español y narrativa chilena en italiano. Una de las apuestas más innovadoras dentro de las editoriales independientes de nuestro país. Esta novela ―ganadora del Premio Prunola 2018 y finalista del prestigioso Premio Strega 2018― es un monólogo de una madre que le habla a su hija, mientras ella se encuentra en la sala de operaciones de un país extranjero. Han viajado juntas para cumplir el anhelo de Eva, poder ser lo que siempre ha sido: un hombre. Borrar todo rastro de Eva para transformarse en Alejandro, incluso contra la voluntad de su madre.

 «Tampoco conocen mi nombre. Me llaman, simplemente, la madre. Como si fuera un arquetipo, la matriz, la madre de todos, de todas las criaturas, mujeres y hombres puestos a salvo en tierras seguras. Ya no dicen, siquiera, la madre de. Simplemente la madre». Así nos habla en las primeras páginas esta madre que también es hija, esposa y profesora universitaria. Y si bien estos otros roles la configuran, no juegan un factor importante en la historia. Como nos advierten certeramente estas palabras, en este texto lo que importa es eso: ella en cuanto madre. La obra escapa de esta manera a localismos, para enfocarse desde una perspectiva universal ante las grandes preguntas que rodean a un arquetipo. Y como ante todo arquetipo rígido, estas páginas cuestionan su aparente inmutabilidad.

Tras una primera temporada con gran recibimiento en junio de este año, esta novela llega en su segunda temporada a las tablas chilenas gracias a la adaptación dramatúrgica realizada por la destacada actriz y directora Heidrun María Breier, quien ya había adaptado y dirigido exitosamente Las Amantes, de Elfride Jelinek y Demasiados cortas las piernas, de Katja Brunner, entre otras. La obra es un monólogo protagonizado por la actriz Maritza Farías Cerpa (Los tristísimos veranos de la princesa Diana, La trágica agonía de un pájaro azul), quien encarna a la madre. En la obra, la mujer mantiene un diálogo consigo misma y se enfrenta a sus propias contradicciones, miedos y prejuicios. Como explica la directora: «no logra comprender el proceso doloroso al que se someterá su hijo, pero lo acompaña y trata de entenderlo».

La escritora italiana Silvia Ferreri, autora de la novela llevada al teatro por Heidrun Breier.

La obra nos lleva, durante una hora, por los distintos estados de la madre que espera. Recordamos con ella la infancia de Eva y los primeros indicios de que era distinta. Somos testigos de su rigurosidad mientras nos cuenta paso a paso en qué consiste la intervención médica. Volvemos atrás, a antes del nacimiento de su hija, y entendemos los miedos de quien va a ser madre y no sabe si lo hará bien. Sentimos junto a ella la preocupación ante la burla y el deseo de protección ante el dolor, evitarle el dolor a su hija a toda costa. También las dudas, dudas y más dudas. Preguntas que no sabe cómo responderse. El sentimiento de culpa, los celos a la relación con el padre y el amor. Sobre todo, el amor. «¿En qué te convertirás? ¿Cómo será tu voz? ¿Cómo pronunciarás mi nombre? ¿Me giraré o no reconoceré ese llamado como tuyo?».

La obra escapa de esta manera a localismos, para enfocarse desde una perspectiva universal ante las grandes preguntas que rodean a un arquetipo. Y como ante todo arquetipo rígido, estas páginas cuestionan su aparente inmutabilidad.

La escenografía, la iluminación y el sonido, mínimo pero constante, acentúan el estado de introspección en el que se encuentra la madre. La luz fría que muta según lo que se esté diciendo, el pulso sonando como recordatorio en las sienes. Cada elemento dispuesto en el escenario nos envuelve a nosotros también en la soledad de la espera, en la intimidad del pensamiento, en la incertidumbre de esta madre que, hasta ese día, creía tener todo bajo control, pero que hoy no puede tomar las riendas de la situación porque está fuera de sus manos y de su decisión. «Estoy aquí, Eva, a tu lado. Estoy sentada en el pasillo frío junto a la sala de operaciones donde estás acostada, desnuda, por última vez muchacha, niña, mujer. No me escuchas ni puedes verme, pero estoy aquí. No te dejo. Prometí que me quedaría hasta el final y aquí estoy».

La obra posee tres dimensiones reconocibles y muy bien trabajadas. La social, que pone en la palestra el rol de la madre; la médica, que expone la frialdad con la que la medicina trabaja sobre los cuerpos; y la personal, que se pregunta por los lazos afectivos entre dos personas y cuán fuertes pueden ser. Estas tres dimensiones se entrelazan a lo largo de la obra, y van tejiendo el discurso de la protagonista con una profundidad que no deja indiferente al espectador.

Las preguntas de La madre de Eva interpelan a todos y todas. Porque más allá de que esta obra aborde el tránsito de una hija a hijo, nos habla de cuán lejos estamos dispuestos y dispuestas a llegar por amor. Qué ocurre cuando, a pesar de no entender a otro, a otra, la voluntad está puesta en aceptarle. No es casual tampoco que se opte por el nombre de Eva, la primera mujer. Con este gesto, también se nos demuestra que incluso Eva, la primigenia, es capaz de mudar de piel, de sacudirse las imposiciones de género y despertar Alejandro.

Esta segunda temporada se realizará entre los días 7 y 29 de octubre (a excepción de los días 14 y 15 de octubre), de jueves a sábado a las 20.30 h en la sala del Teatro Mori de Bellavista, ubicado en Constitución 183, Providencia. Las entradas pueden ser adquiridas a través del sistema PuntoTicket.

Ficha de la obra:

La madre de Eva

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Ismael Rivera

Poeta, cantor y editor en Ediciones Oxímoron. Ha publicado los libros “Rincones”, “Desbautízame” y “Tizne”, y los discos de poesía musicalizada “Desbautízame” y “La última cena de los buitres”. Mediador de lectura y habitual de ferias del libro.

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