La escritora Selva Almada dice que no le interesa el fútbol en lo más mínimo, porque era lo que le robaba a su padre en la infancia y por haberle lavado la cara a la dictadura argentina. Pero conoce y escribe sobre la provincia de su país y así es como su texto «La camaradería del deporte» aparece en la antología Por amor a la pelota: once cracks de la ficción futbolera (Cuarto Propio, 2014). Allí cuenta con tanto desgano como pasión la historia de un grupo de trabajadoras de fábrica que vive un día de trabajo a través del relato de una pelea entre mujeres que juegan y miran pichangas de barrio. «Preguntó cómo iba el partido. Recontra para atrás, le dijeron, y encima nos tenemos que aguantar a las conchudas estas haciéndose las porristas. (…) Cuando vieron que con las canciones no iban a ninguna parte, largaron los carteles y las porras y se fueron contra las de la Unión a desengancharlas del tejido de los pelos».
Hernán Rivera Letelier, Premio Nacional de Literatura 2022, comienza su novela El fantasista (Alfaguara, 2006) con una descripción del virtuosismo de su protagonista, Expedito González, quien llega como una aparición milagrosa a la pampa donde dos equipos de oficinas mineras e históricamente rivales (Coya Sur —en el que el mismo Rivera Letelier jugó en su juventud— y María Elena) estaban próximos a jugar su último partido. Inspirado en la propia experiencia de Rivera Letelier —por una historia ya esbozada en La reina Isabel cantaba rancheras (Planeta, 1994) y por la aparición de un malabarista de la pelota en las calles de Antofagasta—, esta obra también fue adaptada al cine en 2021 con la película O Último Jogo, que fue parte de la quinta versión del Festigol (Festival de Cine + Fútbol) y que lleva esta historia a la frontera entre Brasil y Argentina.
Pedro Lemebel también escribió sobre fútbol; específicamente, de cómo las barras bravas eran una manera de canalizar el descontento social al que desde entonces ya se refería como estallido, como se puede leer a través de poéticos ensayos publicados en La esquina es mi corazón. Crónica urbana (Cuarto Propio, 1995; Seix Barral, 2001). En «Cómo no te voy a querer (o la micropolítica de las barras)», escribe, por ejemplo: «Deshojadas del control ciudadano, las barras de fútbol desbordan los estadios haciendo cimbrar las rejas o echando por tierra las barreras de contención que pone la ley para delimitar la fiebre juvenil, la prole adolescente que se complicita bajo la heráldica de los equipos deportivos. (…) Pero más allá de la rivalidad por los goles o el penal a último minuto, ellos saben que vienen de donde mismo, se recuerdan yuntas tras la barricada antidictadura y están seguros de que la bota policial no hará diferencia al estrellarse en sus nalgas».
Los libros de no ficción van desde ensayos filosóficos como Historia social del fútbol. Del amateurismo a la profesionalización (Siglo XXI, 2013) del historiador Julio Frydenberg a narraciones de momentos más específicos, como El partido de los valientes (Aguilar, 2003), donde el autor Axel Pickett logra graficar cómo eran los días siguientes al Golpe de Estado a través de reconstituir la historia de un encuentro del que no hay mayores registros: un 26 de septiembre de 1973 entre la Unión Soviética y Chile. En el prólogo de la segunda edición, Cristian Arcos lo explica muy bien, diciendo que este no es un libro de fútbol: «en sus páginas encontramos la historia de un país que se quebraba», escribe. «Este equipo nos retrata capas diferentes de un mismo país. Diversidad. Inclusión. (…) En ese plantel todos tenían opinión», lo que se puede leer muy bien a través de sus voces reflejadas en entrevistas que van contando lo sucedido.
Las biografías son otro de los formatos clásicos en los que podemos leer sobre el fútbol de no ficción; un ejemplo recientemente publicado es Desobediente (Ediciones B, 2022), que cuenta en primera persona la vida de Fernanda Pinilla, jugadora de la Universidad de Chile y de la selección de fútbol que jugó el Mundial de Francia, quien además es presidenta de la Anjuff (Asociación Nacional de Fútbol de Jugadoras de Fútbol Femenino) y estudia un doctorado en Física. Una vida demasiado corta. La tragedia del exportero de la selección alemana Robert Enke (Contra, 2012), por otro lado, es un emotivo libro escrito por su amigo y periodista Ronald Reng, traducido al español por Carmen Villalba, que relata cómo la depresión terminó inesperadamente con la vida del futbolista. También, desde un principio, revela la importancia de la poesía para este arquero que se suicidó a los 32 años y que muestra desde otro punto de vista cómo el fútbol y sus lecturas se tratan también de otros temas ineludibles.
Penal Largo Ediciones se define como fútbol, diseño y documentación y, entre otras publicaciones, han editado los fanzines de la Serie Crónicas, impresos el 2020 y dedicados a narrar rarezas particulares de nuestra idiosincrasia deportiva, como la del tiro libre sin barrera en la Copa Chile de 1990 en El penal largo. Arqueología de una innovación reglamentaria; o Copa Aeroflot. El fin de una era en Rancagua, sobre el último equipo soviético que vino a jugar a Chile, en 1991.
En El tiempo te dará la razón. 100 frases de Marcelo Bielsa (Hueders, 2020), se seleccionaron citas dichas por el director técnico, tales como: «Si tuviera que decir por qué Chile es el país que es, diría que es por la moderación con que toma sus decisiones», «Un aficionado no es un operario. Un operario trabaja, pero un aficionado siente», «Me dicen loco por exageraciones de mi comportamiento. El diccionario dice más o menos eso. De las acepciones del diccionario elegí la más suave».