No es la primera vez que Pato Mena obtiene el Premio Marta Brunet. En los Premios Literarios 2022, que se anunciaron hace algunas semanas y cuya premiación oficial se hizo en la Furia del Libro, el ilustrador chileno residente en Barcelona ganó en la categoría primera infancia con Onsen ¿Qué hacen los monos? (A buen paso, 2021). «Escribir e ilustrar, supongo que como toda carrera artística, se desenvuelve en una constante incertidumbre. Los reconocimientos son como mesas de apoyo que te encuentras avanzando a tientas en la oscuridad y además en esa mesa hay una copa con la que puedes brindar, para después seguir sea donde sea que vayas. Además al ser este un oficio solitario donde el contacto con el público final es esporádico, gran parte del tiempo no sabes cómo es o cómo será la recepción de lo que estás haciendo. Por eso reconforta que gente muy al tanto de la panorámica del medio te diga de vez en cuando: oye, no está mal», responde sobre cómo se siente seguir recibiendo reconocimientos a su trabajo. El mismo Onsen ¿Qué hacen los monos? había estado entre los mejores álbumes infantiles de 2021 según la Biblioteca pública de New York, por mencionar solo otro de sus premios más recientes.
«Los macacos japoneses que se bañan en aguas termales son desde hace tiempo mis animales favoritos. Entonces los primeros intentos de hacer algo con ellos vienen de bastante atrás. Pero no fue hasta 2017, después de viajar a Japón, que empecé a esbozar una idea más en serio. Solo entonces pude dar con el tono correcto de la historia, que no podía ser en el mismo estilo de, por ejemplo, otros libros míos como La siesta perfecta o La gran fiesta de los olores. Estos monos me transmitían un ritmo distinto, otra forma de contar y en un ejercicio de simplificar al máximo el texto di con la idea de los íconos, como un puente entre lo escrito y la ilustración central. Un recurso sencillo que se convertiría en el conductor narrativo del libro. Todo esto tomó unos tres años hasta darle forma a la maqueta. Luego con Arianna, la editora, lo terminamos de pulir y el proyecto tomó su forma final».
¿Qué es lo más extraño o especial que te ha comentado alguna niña o niño a propósito de este libro?
Creo que lo más especial que ha pasado con el libro es que algunos niños y niñas, espontáneamente en sus casas, han creado sus propios íconos para expandir la historia y el universo del libro, transformándolo en un verdadero juego. Felices, mamás y papás me han hecho llegar algunas fotos de estos dibujos.
La periodista Consuelo Terra debutó públicamente en la ilustración con la premiada novela gráfica Mamá, yo te recuerdo (Reservoir Books, 2021). «¡Me hace muy feliz! El Premio Coré mención ilustración para mí significa un gran reconocimiento y respaldo a mi trabajo como ilustradora y narradora gráfica, me motiva a continuar por este camino que me gusta tanto. Y a seguir mejorando, porque siento que aún tengo muchísimo que aprender. Estoy muy agradecida de este y los otros reconocimientos que ha tenido este libro que hicimos con mucho cariño y convicción junto a mi gran amigo Emiliano Valenzuela: el Fondo de Creación del Libro en la categoría narrativa gráfica 2017, el Premio Medalla Colibrí categoría novela gráfica 2022 y ahora último, una muy buena reseña de Publishers Weekly en español con estrella roja. Y sobre todo, la mayor alegría, los comentarios que hemos recibido de lectores que han leído nuestra novela gráfica y que se emocionaron con ella».
¿Cuándo pensaste por primera vez que podías combinar de alguna manera tu trabajo periodístico con tu afición por el dibujo?
No recuerdo el momento exacto, ¿quizás cuando leí Persépolis tipo 2007? Solo sabía que me gustaba mucho dibujar y empecé a hacerlo y tomar distintos talleres de ilustración y de cómics para desarrollar esa vocación más artística. Partí haciéndolo en paralelo, como una tecla creativa distinta y separada del periodismo. Pero con el tiempo y los proyectos en que me metí ambas vetas se fueron mezclando. Mamá, yo te recuerdo no es periodismo, es más bien una memoria personal y familiar de Emiliano, pero sí tiene mucho de crónica y de referencias ancladas en la realidad. A veces yo “entrevistaba” a Emiliano para saber más detalles, enriquecer la información visual, le preguntaba: ¿Cómo era tu pieza cuando chico, qué juguetes tenías, cuáles monitos veías en la tele? Lo que aprendí en el periodismo sobre contar historias me ha ayudado mucho al dibujar cómics. Recordando siempre el consejo que me dio Maliki (Marcela Trujillo) cuando fue mi profesora de cómics: el dibujo tiene que ser tanto o más potente que el texto. La información que entrega la imagen y la que entrega el texto no se repiten, sino que se complementan. A veces incluso se contradicen o van por carriles paralelos.
«Y luego, con la periodista Greta di Girolamo hicimos el cómic Millaray Huichalaf, la protectora del río sagrado, para el libro Movements and Moments (Publicado en editoriales Drawn and Quarterly y Jaja Verlag), que sí estuvo basado en una investigación periodística en terreno y es más periodismo dibujado. Aunque no un periodismo tan estricto, porque también hay metáforas visuales al dibujar elementos de la espiritualidad mapuche que se salen un poco del formato periodístico. Me atrae la hibridez entre el dibujo, lo narrativo y lo periodístico, elegir las herramientas que ayuden a expresar mejor una escena o emoción», cuenta Consuelo.
Cristian Raveau es profesor de lenguaje, ha trabajado en producción audiovisual y actualmente cursa un magíster en literatura comparada. «Escribía cuentos y guiones para animación infantil, pero publicar no estaba en mi cabeza. La escritura era una cosa más personal. Siendo profesor de lenguaje empecé a pensar cómo serían las novelas que me gustaría que mis alumnos y alumnas leyeran». Su novela Jack Donoso (SM, 2021) es lo primero que publica, y con ella ganó el XV Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor y ahora también el Premio Marta Brunet, categoría juvenil. «El personaje de Jack Donoso existía desde más o menos 2010, era un proyecto de animación que quedó guardado en un cajón. Lo resucité como novela en el año 2018, escribiendo en una sala de profesores y en mis tiempos libres. El formato novela me permitió dar con una profundidad con la que me sentí cómodo».
¿Qué es lo que te llama la atención de la literatura juvenil?
Me encanta ver cómo reaccionan los jóvenes ante las novelas que les gustan. Los viejos a cierta edad dejamos de sentir y las cosas nos resbalan, nos dan lo mismo. Escribir es también un ejercicio por volver a sentir intensamente, como cuando éramos jóvenes. Al mismo tiempo es un mercado que ha sufrido una expansión impresionante, entonces hay demasiados libros LIJ y cuesta mucho, como lector y como profesor, separar qué novelas vale la pena leer o proponer como lectura para los colegios.
¿Cuáles fueron tus referentes o inspiración para Jack Donoso?
Muchos. Jack es un periodista que se mete por casualidad en una investigación policial en una distopía autoritaria. Jack se llama así por Jack Kerouac, uno de mis escritores favoritos y que recién hace un par de años viene recomendado como lectura desde el Ministerio de Educación, con el cambio de planes electivos en III y IV Medio. Una frase suya que me encanta es que “lo que sientas, encontrará su propia forma”, que aplica mucho en la gente joven que no sabe qué hacer con sus inquietudes artísticas en un mundo altamente capitalista. Hay muchas novelas de detective dando vueltas en Jack Donoso, especialmente de Le Carré. Hay cine negro, hay películas como Todos los hombres del presidente de Pakula. Hay historias de sobrevivencia, hay terribles tragedias de nuestra vida política, en fin…. Y por supuesto está José Donoso, con quien —en mi opinión— este país tiene una deuda enorme. Sus libros están lejos de los colegios, lo que, de una u otra forma, relega a un escritor gigante a un nivel inferior.
¿Estás trabajando en alguna otra obra literaria futura?
Sí, me encuentro terminando una novela juvenil de terror y tengo varias cosas en la cabeza, que espero encuentren alguna vía de escape hacia el papel.