Desde siempre las librerías han sido un espacio de especial atención para los lectores. El romanticismo que envuelve la búsqueda por nuevos títulos o autores, así como la conversación con un librero o librera, nos permite encontrar lugares únicos que logran mantenerse al margen de las grandes cadenas de librerías. En cuatro entregas para nuestro blog Loreto Aroca, profesora y directora de Biblioteca Viva Trébol, hará un recorrido por cuatro librerías que captan la atención de los transeúntes de Concepción. Jota Libros –un proyecto emblemático que comenzó en la calle para trasladarse a un local comercial– es la primera de ellas.
Si viéramos el circuito de librerías independientes de Chile bajo la metáfora de una gran batalla por la supervivencia y el posicionamiento, veríamos a un grupo de soldados armados con su propia cosmovisión de la libertad, la creatividad y el aporte a la cultura del territorio que representan. Cada soldado en su propia trinchera, disparando sus mejores balas al enemigo que lo tiene rodeado. Así, y sin tregua, dan cara a las grandes cadenas comerciales de libros y a la siempre inminente posibilidad de lo económicamente inviable. Concepción no es ajena a esta realidad. La trinchera es pequeña, pero la bandera sigue en alto, una especie de visión quijotesca que los hace tener las puertas abiertas de sus librerías, de los escritores locales, de los que transitan el lado salvaje de la pista.
En esta serie de entrevistas, Loreto Aroca, directora de Biblioteca Viva Trébol, nos presentará cuatro librerías penquistas, sus soldados, sus trincheras, la forma de sus banderas y el orgullo de mantenerse al pie del cañón.
Librería trinchera: Jota libros
El respaldo es la calidad. Esta librería es de ensayo y amor.
De la calle a un espacio. El Jota, era un vendedor de libros usados de la “Diagonal”, calle que da directo a la Universidad de Concepción. Los días soleados era normal verlo en plena diagonal con su piso y su mesón repleto de libros de alto interés para estudiantes de Literatura, Filosofía, Ciencias sociales, Filosofía, Psicología o Historia. Durante los días de lluvia, el Jota vendía sus libros bajo el alero de un supermercado ubicado en la misma calle. Chaquetón negro, pelo crespo y una bufanda en el invierno, siempre dispuesto a conversar de libros y saber cuáles eran tus intereses lectores. Por 10 años lo vimos ahí, en plena calle, siempre con coquetas “joyitas” que guiñaban el ojo a los transeúntes.
El Jota era parte del inventario de personajes penquistas, como los tíos de los queques fuera de la Pinacoteca, el Manuel, el Andrés o el Mertel –artesanos en cobre–, la tía de los panes amasaos con mantequilla afuera de la Central. Por eso, por lo cotidiano, fue una alegría inexplicable cuando luego de un tiempo vimos un letrero que decía: “Librería Jota libros”.
Jota libros, ahora era una tienda en la calle Diagonal Pedro Aguirre Cerda 1265, que lleva 7 años con el escaparate atiborrado de textos que impiden ver hacia dentro o hacia fuera. Lleno de anaqueles con libros viejos, nuevos, libros independientes, libros locales, vinilos, y con una importante y buena colección de ensayos.
Nombre del soldado: José Miguel Arévalo.
Años de lucha: 17 años y contando.
Manifiesto de lucha: “Acá no solo se compran o venden libros, si los espacios no son de vínculo, no sirven. La selva que me visita configura este espacio… La librería es mi territorio y me sirve de conexión, de vínculo. Con todo el respeto que se merece la pobla, mi territorio es este. Soy parte de una red, este es mi espacio político.
Sus balas:
- No vender ni exhibir libros a consignación.
- Tener un panorama completo de la literatura penquista: cuentos, poemas, novelas, etc. Los escritores pueden dejar sus libros, ponerle precio y la librería no cobra comisión por la venta, siendo un apoyo directo a la difusión de la literatura local.
- Junto a Óscar Sanzana, la creación de parrillas culturales como “Ciudad de Letras”, una serie de conversatorios y lecturas sobre poesía y ensayo.
- Tejer una red, un folclore mediante un diálogo interminable.
Sus aliados:
- La “Sotito”, como llama a su pareja, pues juntos han postulado a diversos fondos concursables que le han permitido ir armando el espacio de una forma acogedora.
- Público outsider “que está por fuera, por otro cuento, aquí está el Chile que se fue. También es el espacio para los que se hacen el tiempo para conversar, para reír. Espacios horizontales, donde se puede construir el acto de compartir.”
Archienemigo: Temas contables y administrativos.
Superpoder: “Si me preguntan si me va bien, me comparo conmigo mismo y digo ¡me va bien! Somos una buena librería hemos ido de a poco, el respaldo es la calidad. Esta librería es de ensayo y amor.”