Llegando al fin de nuestra campaña de abril, dedicada al libro digital, encuestamos a 5 autores chilenos para conocer su postura frente a la lectura digital. La mayoría lee simultáneamente libros digitales e impresos; la divergencia se presenta en relación a los derechos digitales. Pocos los donaría gratuitamente y serían muy cuidadosos al respecto.
¿Lees libros digitales?
Desde hace poco tiempo combino el libro en papel con el libro digital. El libro digital tiene ventajas evidentes de precio y de peso como también de inmediata gestión para tener el libro en pantalla. Partí con libros técnicos y hoy me he ampliado a todo tipo de género. Uso el programa Kindle del iPad, que en viajes me permite llevar un caudal bibliográfico que antes era imposible.
Los 70 años que legalmente cubre el copyright es un exceso. Limita la vigencia de las obras y su trascendencia
¿Qué crees que motivaría a más personas a acercarse a los libros digitales?
Yo creo que irá creciendo. Es muy práctico y solo dejará el uso romántico del libro de papel para ediciones exquisitas. La experiencia es contagiosa y adictiva y se está difundiendo sola con el aumento de los tablets.
¿Donarías los derechos de tus libros para que fueran digitalizados y subidos gratuitamente a internet?
Ciertamente uno quiere lectores. En mi caso particular, como dramaturgo, quiero gente interesada en montar las obras las cuales coloco en la web gratuitamente y cobro en los montajes. Los 70 años que legalmente cubre el copyright es un exceso. Limita la vigencia de las obras y su trascendencia.
¿Lees libros digitales?
Compro y leo libros digitales para niños. Utilizo un iPad y mis adquisiciones son a través del Apple Store. Generalmente compro las apps basadas en libro en papel que al ser traspasados al formato digital generan una nueva lectura enriquecida para los niños. Usualmente me guío para esa compra con recomendaciones de The New York Times, The Guardian (estos países tienen mayor desarrollo en el área, por eso los sigo) y/o los ganadores o seleccionados en categoría libro digital de la Feria del Libro de Bologna. Estos últimos siempre son más experimentales, pero realmente bellos. Me interesa este formato especifico porque también trabajo en esa área; tres de mis libros han sido convertidos en app y he participado activamente en su creación. Necesito estar actualizada de lo que sucede en otros lugares. Personalmente, leo libros en formato digital y también leo a mi hijo libros en papel. El iPad no reemplaza el vínculo de la lectura tranquila y afectuosa de cada noche.
Los libros para niños en versión digital generan una nueva lectura y les permiten a ellos explorar la tecnología
¿Qué crees que motivaría a más personas a acercarse a los libros digitales?
Los libros para niños en versión digital generan una nueva lectura y les permiten a ellos explorar la tecnología, herramienta útil en su formación y desarrollo. Esas lecturas son controladas por mí, tanto en tiempo de utilización del aparato como en la selección de las lecturas. Mi hijo tiene 5 años y me parece que permitirle el acceso a la tecnología es un aporte a su formación. Haga lo que haga en el futuro pasará por este medio, prefiero familiarizarlo con ella a prohibírsela. El libro en papel lo seguimos utilizando, para mí son elementos diferentes, el uso de uno no invalida el uso del otro. Son diferentes modos de aproximarse a la lectura, a la entretención y a la cultura. Para ellos son ventanas al mundo.
¿Donarías los derechos de tus libros para que fueran digitalizados y subidos gratuitamente a internet?
No podría responder esta pregunta, necesitaría más antecedentes y una propuesta concreta. El mercado del libro digital, al menos en Sudamérica, que es mi área de acción, es muy incipiente, no existen aún leyes especificas que determinen claramente el uso de estos libros y nuestros derechos como autor porque todo va cambiando muy rápidamente. Es diferente al mercado de EE.UU., donde el uso de dispositivos electrónicos es masivo. De todos modos, sí donaría mis libros para situaciones específicas a un público acotado y sin fines de lucro.
¿Lees libros digitales?
No leo libros digitales porque no tengo la costumbre. No soy «nativo digital» y mis comportamientos son bastante conservadores. No soy un curioso de la tecnología. Pero esto es un rasgo absolutamente personal y me parece estupendo que la gente lea en dispositivos electrónicos y almacene literatura así.
El libro digital sigue siendo un fenómeno de elite que no han ayudado a desarrollar las editoriales ni las políticas públicas
¿Qué crees que motivaría a más personas a acercarse a los libros digitales?
Soy cómodo y lo único que me haría acercarme a los libros digitales es: 1) la necesidad imperiosa 2) que me regalen un dispositivo electrónico y me enseñen a usarlo.
¿Donarías los derechos de tus libros para que fueran digitalizados y subidos gratuitamente a internet?
En mi caso, en este minuto, creo que no lo donaría. Es probable que propuestas así funcionen para autores que tienen una obra importante y contundente y en sociedades donde el libro digital esté masificado: no es el caso de Chile ni de Latinoamérica. El libro digital sigue siendo un fenómeno de elite que tampoco han ayudado a desarrollar las editoriales ni menos aun las políticas públicas.
¿Lees libros digitales?
Leo libros digitales por dos motivos. Primero, trabajo para Forja revisando los epubs de su catálogo. Es decir, están con un plan de transformar todo el catálogo a ebooks y es uno de los trabajos que he tenido los últimos seis meses. Leo unos tres libros digitales al mes y reviso si la edición digital está bien. El segundo motivo es porque a veces descargo o me envían pdfs, los que leo en el compu o en una tablet. Esto es porque puedo acceder a libros a más bajo costo o a libros que a veces no llegan a las librerías chilenas. Y si sólo pudiera leer libros que se publican o se importan a Chile, sería muy limitado.
Estoy a favor de la socialización del conocimiento, no tengo ese apego a mis derechos de autor
¿Qué crees que motivaría a más personas a acercarse a los libros digitales?
Creo que el bajo costo de los libros digitales en relación a los libros impresos en papel. Ahora bien, hay que tener en cuenta que los dispositivos para leer libros digitales no son baratos, entonces hay un problema de base. Obviamente que invito a que todos se descarguen libros o lean en estas plataformas, pero no es completamente gratuito, muchas veces tienes que comprar la tablet o ereader para leer y además para descargar tienes que tener tarjeta de crédito internacional y no sé qué porcentaje de la población chilena cuenta con esas tarjetas. A largo plazo, si mejoran las posibilidades de acceso a ellos, obvio que invitaría a todo el mundo a que los descargue, pero hoy se me vuelve un poco difícil hacer esta invitación viendo las condiciones.
¿Donarías los derechos de tus libros para que fueran digitalizados y subidos gratuitamente a internet?
Sí los donaría, pero todos los editores con los que he firmado contrato ya tienen los derechos digitales de mis libros. Es difícil que un editor hoy no te pida los derechos digitales. No tanto porque hoy es un tema para ellos, pero lo ven como negocio a largo plazo. Tendría que llegar a acuerdos con ellos de que de forma temporal se liberaran estos derechos para que los interesados los descarguen gratuitamente. En realidad estoy a favor de la socialización del conocimiento, no tengo ese apego a mis derechos de autor. Es decir, si alguien puede comprar el libro impreso o digital, bienvenido, pero si alguien no puede hacerlo, no se lo voy a negar. E incluso si alguien me pide el pdf de mis libros a mi correo, suelo enviárselo.
Creo que hay un solo libro, Siempre te creíste la Virginia Woolf, publicado por editorial Calabaza del Diablo, que no está en epubs. Entonces debería conservar ese derecho digital para mí y ponerlo a disposición gratuita de los lectores.
¿Lees libros digitales?
Muy poco. Utilizo el iPad en mis viajes y leo principalmente novelas cortas que me mandan amigos y diversos textos teóricos y académicos sobre historieta que encuentro en distintas universidades del mundo en internet. Pero también llevo libros impresos. No concibo una vida sin lectura.
¿Qué crees que motivaría a más personas a acercarse a los libros digitales?
Creo que el libro digital tiene algunas ventajas sobre el libro impreso que han llevado a muchos a preferirlo. El digital gana principalmente respecto del tema del espacio y la acumulación, que es el grave problema que padecemos los lectores del libro impreso. No obstante creo que ambos formatos van a convivir sin detrimento de uno sobre el otro. Un libro impreso aún puedo leerlo si se corta la luz y no necesita cargar sus baterías. El digital cabe en cualquier bolso y puedes llenarlo de textos (que son más baratos de adquirir) sin ocupar más espacio que el del propio dispositivo. En rigor, poco me interesa el formato si la gente lee, que es lo que realmente importa. Que cada uno escoja el formato que le es más cómodo
En rigor, poco me interesa el formato si la gente lee, que es lo que realmente importa
¿Donarías los derechos de tus libros para que fueran digitalizados y subidos gratuitamente a internet?
Por supuesto que sí. Ya hicimos eso con el proyecto de las nuevas historietas del Dr. Mortis que hice junto a Miguel Ferrada y Felipe Benavides y junto a un gran equipo creativo de dibujantes y guionistas hace unos años, y fue muy bueno. Durante un par de años hicimos historietas que subimos gratis a internet. Luego las mismas historietas se vendieron muy bien en formato impreso. La gente compró los libros pese a haberlos leído antes en forma gratuita. Ahora Hueders, la editorial que publicó Los años de Allende, ya está en conversaciones sobre el tema de la publicación de esa novela gráfica que hice con Rodrigo Elgueta en formato digital, pero pagado. A mí gusta que la publicación impresa y digital de un escrito sea algo simultáneo y que tal vez parte del libro que pueda disfrutarse unitariamente se ponga a libre disposición, pero con el tiempo algunos de tus trabajos podrían ser subidos gratis a la red si el autor lo permite.
Esto es algo que debe verse caso a caso. Tal vez sea pertinente en el escenario de libros que ya no se editan hace mucho tiempo, por ejemplo. En mi caso, cuando tenga más producción es probable que tras algunos años de haber sido editados, me gustaría subir algunos títulos gratis a la red, pues con el tiempo los propios lectores escanean los libros y los suben por sí mismos. Si eso llega a suceder es que tu libro realmente ha sido valorado y querido y por eso la gente piensa que merece ser compartido y leído por más personas. Retrasar lo inevitable es absurdo. El público quiere leer y hay que satisfacer esa necesidad lectora no importando el formato. Eso es lo fundamental.