Nascimento, el editor de los chilenos es el título que definió el escritor Felipe Reyes para el libro donde cuenta la monumental labor que emprendió este inmigrante portugués. Cuesta hablar de literatura chilena sin nombrar a Carlos George Nascimento; sin embargo, hasta el momento no existía un libro que recogiera su historia e influencia en la cultura literaria del siglo 20. En esta entrevista a Reyes, algunas gotas de este mítico editor, que con su criterio publicó en una primera edición a 32 premios nacionales y dos Nobel.
No sólo literatura publicó Nascimento. En su amplio catálogo figuran textos de historia, medicina, derecho, ciencias jurídicas, manuales, etc. Crédito foto: Memoria Chilena
El editor es una especie en peligro de extinción. El editor, entendido como quien publica lo que lee, como quien se permite revelar escritores y estar cerca de sus pasos, seguramente es una figura difícil de encontrar. Permanecen los editores de sellos independientes, tal vez, como quijotes que aún respetan el oficio y se enorgullecen de su catálogo, que en el fondo es el reflejo de su utopía. Ellos, de una u otra forma, están emparentados y transitan un camino similar al que durante gran parte del siglo pasado emprendiera uno de los más respetados editores que ha existido en Chile: Carlos George-Nascimento.
A la caza de esta rara avis de las letras nacionales partió Felipe Reyes Flores (Santiago, 1977). De oficio escritor, su vida ha estado ligada a la industria del libro, y como lector voraz de literatura chilena llamó su atención que autores como Manuel Rojas, Reinaldo Lomboy o Sepúlveda Leyton aparecieran acogidos bajo el sello Nascimento. ¿Quién era esta persona fundamental, algo incógnita, de vida novelesca? –se preguntó. ¿Por qué se sabe tan poco de él y cómo resiste su nombre tras casi un siglo de iniciar su aventura literata en Chile?
Después de años siguiendo su pista, Felipe Reyes presentó al Concurso Literario Escrituras de la Memoria organizado por el Consejo de la Cultura el escrito Nascimento, el editor de los chilenos. Obtuvo el primer lugar de la categoría obra inédita, destacando –según el jurado- a “un personaje relevante en la historia cultural chilena”.
En un café, sin más prisa que recorrer las páginas de una apasionante historia, conversamos con el autor de este libro que ya se encuentra en librerías bajo el nuevo sello independiente Mínimo Común.
—Es bien particular este libro que publicas, ya que lo haces a través de una editorial independiente, de una forma similar a los inicios de Nascimento ¿Hacia dónde apunta realmente este título?
Hay un auge super grande de editoriales independientes hechas por gente joven. Yo creo que Nascimento es un pionero en esa perspectiva y es curioso que no haya un libro sobre la historia de él. El libro toca varios temas: habla de otro Chile, muestra un país de mucha convivencia; es una especie de lado B de la historia de la literatura chilena.
—¿Cómo ordenaste esta intrincada historia?
El libro tiene una línea cronológica, en la cual se intercalan capítulos biográficos o quizás más íntimos de Nascimento. Además, entre medio van capítulos de autor, que son textos de escritores como Gabriela Mistral, María Luisa Bombal, Luis Durand, Manuel Rojas, Efraín Barquero, Carlos Droguett. Estos capítulos están referidos a los libros que ellos publicaron y las historias relacionadas.
—¿Qué tipo de historias son estas?
Gabriela Mistral, por ejemplo, sólo había publicado en revista, no tenía libro en Chile. El primer libro –Desolación- se hace en Nueva York y es una publicación académica. Entonces la primera edición en nuestro país la confecciona Nascimento. El libro viene con una nota manuscrita donde Mistral le anuncia a la edición de Nueva York que le va a agregar tres poemas más al libro hecho en Chile.
Las obras de Gabriela Mistral y Fernando Santiván son publicadas en 1923. En tanto, El charleston es de 1960 y siguió al debut de Donoso con Coronación.
—¿Por qué elegiste a esos autores?
En el caso de Droguett porque se gana el premio de novela Nascimento, con 60 muertos en la escalera, la novela de la matanza del seguro obrero, el cual nunca más se volvió a dar. María Luisa Bombal porque no existían sus libros en Chile. Ella había publicado con gente de la Revista Sur en Buenos Aires y él los edita acá. Es una obra muy rupturista y un punto de inflexión en la narrativa…
—Nascimento se atrevió a darles voz a las escritoras, cuando socialmente estaban muy relegadas.
Cuando la literatura era patrimonio exclusivo de los hombres, Nascimento publica a mujeres.
En los años 20 y 30, cuando la mujer ni siquiera votaba, este tipo publicó a mujeres. O sea, Marta Brunet, Teresa Wills Montt –que había sido un escándalo- y la misma Bombal. Cuando la literatura era patrimonio exclusivo de los hombres él saca a estas mujeres. Hay una postura en aquello. Para mí se trata de un adelantado.
Mi ballena blanca
Carlos George Nascimento nació en 1885 en la Isla de Corvo, la isla más pequeña del Archipiélago de las Azores, en Portugal. Su padre era ballenero y, de acuerdo a Herman Melville en su gran novela Moby Dick, de esta isla provenían los mejores cazadores. “Hay una conexión metafórica que trato de hacer en el libro – asegura el autor- porque Nascimento termina encontrando su ballena blanca en Chile”.
—¿Cómo llega Carlos George Nascimento a vivir a nuestro país?
Un tío suyo era dueño de una librería en Santiago, pero no lo recibe y termina yéndose donde otros portugueses en Concepción. Allí trabajaba en una casa de empeño y cuando muere su tío compra la librería y viene a hacerse cargo.
Tres portadas de Editorial Nascimento en épocas distintas. El diseño gráfico de «Cuando era muchacho» corresponde a Mauricio Amster.
—¿Ya se caracterizaba entonces por ser un buen lector?
Fue un buen lector dentro de los límites que tiene una isla de conseguir cosas. El año 17 adquiere la librería, pero era un muchacho de poca experiencia y por eso resultan muy importantes los consejos de Eduardo Barrios, que lo incentiva luego a echar a andar el tema de la editorial. Él es quien después le presenta a Neruda.
La primera librería ubicada en calle Ahumada. Foto cortesía familia George-Nascimento.
—¿Ante qué panorama se encuentra Nascimento? ¿Era factible pensar en una editorial?
Cuando uno revisa la generación del 1900, la del criollismo, no existía el concepto de editorial como lo conocemos ahora. No existía el concepto de una marca que agrupe a autores bajo un sello en colecciones. La gente de esa época que estaba escribiendo, como Baldomero Lillo, Pedro Prado o Mariano Latorre, cuando hacían un libro, una novela o cuentos, iban a una imprenta, donde tampoco eran expertos en hacer libros, los imprimían y los vendían a sus contactos o los dejaban en una librería. Después vendrían Zigzag, y con los exiliados españoles Orbe, Cruz del Sur, Ercilla. Pero en ese momento existían publicaciones como las de revista Claridad, de la Federación de Estudiantes.
—¿Cómo fueron sus primeras publicaciones?
Al comienzo no tenía imprenta propia y lo hace en los talleres de Barcelona o la imprenta Universo. Eduardo Barrios lo incentiva a publicar su libro Hermano Asno, pero le cuesta encontrar financiamiento. Luego saca una antología de 400 páginas de Pedro Antonio González, que realiza el crítico Armando Donoso. Así pone a andar esta editorial como ya se conocía en Europa. De hecho, las primeras portadas de Nascimento son iguales a las de Gallimard, editorial francesa que todavía existe. Esas portadas son blancas, letras rojas y un rectángulo, todo muy sobrio.
Las obras de Gabriela Mistral y Fernando Santiván son publicadas en 1923. En tanto, «El charleston» es de 1960 y siguió al debut de Donoso con «Coronación».
—Se dice que después su imprenta se convirtió en su casa. ¿Fue tan así?
A comienzos de los 20 Nascimento compra unas propiedades en Arturo Prat 1438. Allí construye una casa –que todavía está – e instala la imprenta, la cual con el tiempo fue quitándole espacio a su casa familiar. Nunca se movieron de ahí hasta su muerte en el 66. En la mañana estaba en la imprenta y en la tarde venía a la librería ubicada en calle Ahumada y luego en San Antonio. En ese lugar comienzan las recordadas tertulias con escritores.
Tres portadas de Editorial Nascimento en épocas distintas. El diseño gráfico de Cuando era muchacho corresponde a Mauricio Amster.
Nascimento decía que editar poesía era una forma elegante de suicidio. Sabía que la poesía no vendía, pero igual publicaba.
—En vida, Nascimento casi no dio entrevistas. ¿Cómo era este personaje enigmático y a la vez tan fundamental para la literatura chilena?
Yo creo que era un tipo con sensibilidad. Hay relatos que dan cuenta que era una persona que atendía a todo el mundo por igual. No encontré ningún mal comentario. Además, él se transforma en un muy buen lector de poesía. Hay una frase suya que es conocida, que dice que editar poesía era una forma elegante de suicidio. Sabía que la poesía no vendía, pero igual publicaba.
—¿Te quedaste con algún sentimiento de deuda al final de esta libro-investigación?
Sí, una de las deudas que tiene el libro es no tener un capítulo sobre los aspectos gráficos. No hay información y la familia tampoco tiene. Hicieron portadas Mauricio Amster, Osvaldo Salas. El último logo de la editorial, que es de los 60 lo hizo el escultor Galvarino Ponce. Hay datos, pero no dan para armar un capítulo.
—¿Por qué el título el editor de los chilenos?
Laureano Rodrigo, que era el dueño de Editorial Ercilla contaba que a la gente no le gustaban los escritores chilenos, que no vendían, que escribían mal. Entonces él dice que no va a publicar escritores chilenos. Pero Nascimento opta por lo contrario: vamos a publicar sólo autores chilenos. Este personaje podía estar en su oficina del segundo piso de la librería y era capaz de bajar para recomendarte autores o leerte unas páginas. Por eso quise ponerle el editor de los chilenos. Hay un tema con la identidad, un lenguaje, una estética y una problemática con respecto a la literatura chilena del siglo 20 que necesariamente pasa por Nascimento.
Sobre el entrevistado
Felipe Reyes Flores se ha desempeñado en cada uno de los eslabones de la cadena del libro. Ha incursionado en el relato, la crónica literaria y la entrevista en distintas publicaciones nacionales. Es miembro del dúo musical Hermano Kiltro y en su variante solista con el seudónimo de Onofre Borneo. Nascimento, el editor de los chilenos es su primer libro, estará disponible desde el lunes 3 de febrero en todas las sucursales de la Feria Chilena del Libro.