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Entrevistas

Javier Sepúlveda y la irrupción de las bibliotecas escolares digitales

Germán Gautier Por Germán Gautier

En el emblemático Liceo Octavio Palma Pérez de Arica los adolescentes están leyendo desde sus propios celulares. Descargando una aplicación y con sus propias cuentas de usuarios pueden leer los textos complementarios y de fomento lector en la micro, en la playa o en la casa. Javier Sepúlveda, director de la editorial e-Books Patagonia, es el...

En el emblemático Liceo Octavio Palma Pérez de Arica los adolescentes están leyendo desde sus propios celulares. Descargando una aplicación y con sus propias cuentas de usuarios pueden leer los textos complementarios y de fomento lector en la micro, en la playa o en la casa. Javier Sepúlveda, director de la editorial e-Books Patagonia, es el responsable de este proyecto: “Nuestro objetivo es que se transforme en un estándar para mejorar la educación en Chile y que por medios digitales se tenga acceso a todos”.

biblioteca digital escolar

Javier Sepúlveda, director de la editorial eBooks Patagonia, podría estar trabajando sin despeinarse en la gran minería o en la banca comercial. Pero desde hace cinco años este ingeniero civil industrial con mención en química se dedica a publicar libros digitales. Ha recibido todos los portazos posibles y de cada uno de ellos ha sacado en limpio una lección. Cuando el 2011 se convirtió en la primera editorial del país en lanzar un libro simultáneamente en digital y papel tenía la intuición que la senda traería réditos. Hoy lo digital, aunque todavía en gestación y muy minoritario en cuanto a industria, se ha posicionado como una alternativa significativa. Y este director, emprendedor y hombre orquesta sigue buscando nuevas rutas. Su último salto fue hacia la programación y la implementación de bibliotecas escolares digitales.

Javier Sepúlveda, director de eBooks Patagonia

Javier Sepúlveda, director de eBooks Patagonia

El equipo que conforma eBooks Patagonia son cinco personas: editora, diseñadora y dos programadores.  “Es gente de excelencia, responsable y cada uno sabe lo que tiene que  hacer”, explica Javier. Con ellos preparó durante tres años este proyecto que ya fue puesto en marcha en el Liceo A1 de Arica. Hizo todo lo que había que hacer: investigó en tecnología, conversó con directores de distintos colegios, con editores, consultó modelos similares en Estados Unidos. Solucionó todos los problemas posibles para que al momento de presentar la idea la respuesta fuera un sí.

-Somos medio bichos raros-, confiesa Javier.

Pero la forma de expresar sus ideas y la estima de saberse pionero en el mundo digital, le entrega cierto aire de satisfacción. No es orgullo, sino la tranquilidad de saber que sus proyectos pueden transarse también para mejorar la educación en Chile.

El fracaso y la oportunidad

—¿Cuáles son los cambios globales que has visto en este corto tiempo en que se ha desarrollado el libro digital?

Hace poco estuve leyendo un libro sobre las nuevas revoluciones donde sitúan la dimensión histórica de las cosas, y allí hablaban que todavía estamos en el comienzo de la era de internet. En esta historia los libros digitales están recién saludando. En las clases que doy en el diplomado de edición de la Usach siempre les hablo a mis alumnos de las grandes empresas que fracasaron (Kodak, Blockbuster) por no poder adaptarse a los cambios que venían. Acuérdate que con las Palm pasó algo similar. Pienso que murieron porque se adelantaron a su época; no estaba preparada ni la gente ni el resto de las empresas. Incluso se podían leer libros en ellas, pero eran muy pocas las editoriales que tenían libros digitales. Otros e-readers de la época de la Palm también murieron. Hoy estamos en la etapa de introducción pero la gente está preparada porque tienen teléfonos inteligentes y todo se fue allí: la música, la agenda, los libros, las llamadas, tus correos, tus fotografías. Hoy existe un ecosistema pero todavía falta mucho.

—¿De qué se trata el proyecto de biblioteca escolar digital que están desarrollando en Arica?

Es una biblioteca que implementamos en el Liceo A1 de Arica, que es como el Instituto Nacional nortino. Ellos me contrataron para ir a dar una charla a alumnos y profesores y tuve que cambiar el enfoque de mi presentación en el momento porque me enfrenté a alumnos y alumnas donde todos tenían teléfonos inteligentes, el 99% leía libros digitales, me recomendaban páginas para descargar libros de manera gratuita, me sugerían aplicaciones, es decir, estaban en un nivel de avance que sorprendió a los directivos y a mí. Me llevé una sorpresa porque ellos estaban en el top de uso de tecnología. Fue un orgullo ver que estos adolescentes en Arica estaban completamente preparados y eran muy lectores.

mario benedetti

—¿Cuál fue la respuesta de los profesores y directivos?

Tuvimos que enfrentarnos con los directivos del colegio a este nivel de uso de lectura. Entonces dijeron que tenían que tener una biblioteca digital para fomentar este impulso y no perder tantos lectores. Nos dimos cuenta que el sistema escolar está basado en la responsabilidad del establecimiento que tiene que comprar tablets, pero lo que hicimos con esta biblioteca digital fue basarnos en el bring your own, en el cual tú  tienes tu propio dispositivo y siempre los libros están contigo. A diferencia de una biblioteca abierta, donde una niña de quinto básico puede descargar un libro que se lee en cuarto medio, este sistema funciona por usuario y puedes ver los que corresponden por cada nivel.

—¿Cómo funciona esta biblioteca?

Se descarga una aplicación gratuita. Esto ha sido un choque generacional con los profesores, ya que en menos de un minuto ya entienden cómo funciona esa biblioteca y ellos lo están viralizando a nivel escolar. Los alumnos se sienten representados con su biblioteca porque la aplicación tiene la insignia de su colegio, posee su usuario y su password, y contiene los libros que el plan de fomento lector del colegio seleccionó.

Ha sido un choque generacional con los profesores, ya que en menos de un minuto ya entienden cómo funciona esa biblioteca y ellos lo están viralizando a nivel escolar.

¿Cuántos títulos tiene?

Hicimos un plan de 36 títulos por nivel. Están las ocho o nueve del plan lector que son evaluadas más otros para incentivar la lectura de acuerdo al nivel. Estos libros quedan anualmente en su dispositivo y ellos pueden leer offline, ya sea esperando la micro, caminando en la plaza o en la playa.

Esta modalidad supone, también, explorar muy bien la tecnología.

A nivel tecnológico vamos en la sexta iteración, que son los cambios que se han hecho, tal como un autor va editando un texto. Esta biblioteca escolar digital está disponible en Android y en iOS. Hemos iterado tanto el software como el modelo de negocios y llegamos a la suscripción anual con 36 lecturas –complementarios y de fomento lector- separadas por nivel en donde se rompen ciertos modelos. Muchos colegios compraban tablets y metían libros que se quedaban para siempre dentro del tablet. Pero al niño ese tablet se le puede perder, se le cae, le pegaron una patada en la mochila. O pasa un año y el tablet ya es muy lento. La tecnología es tan rápida que no te puedes amarrar a un dispositivo.

¿Qué pasa cuando los profesores, por ejemplo, hacen lectura en aula?

Ahora van a poder estar cuarenta niños y niñas leyendo directamente de sus celulares o tablets de la escuela. Antes tenían que juntarse entre cinco para leer un texto, o sacar fotocopias, o el profesor tenía que tipiar un texto para después proyectarlo. Acá hay también un apoyo al docente, ya que su tiempo es lo más importante. Como es una suscripción los cuarenta niños tienen al mismo tiempo el mismo libro.

¿Qué te dijo la persona encargada de la biblioteca del liceo de Arica cuando se empezó a instaurar esta biblioteca escolar digital?

Me dijo que aunque ella no es una persona tecnológica y la dificulta muchas veces aprender nuevos softwares, sabe que no se pueden quedar abajo y tienen que marcar pauta en innovación. Y si los niños están leyendo en sus teléfonos hay que darles más libros para que lo sigan haciendo. Así de preciso. Pero yo creo que no es una cosa de edad ni de uso que cada persona le da a la tecnología, sino una cosa de actitud. Además, hay una generosidad porque ella está pensando en sus alumnos.

¿Cómo proyectas esta biblioteca?

Nuestro objetivo es que se transforme en un estándar para mejorar la educación en Chile y que por medios digitales se tenga acceso a todos

Nuestro objetivo es que se transforme en un estándar para mejorar la educación en Chile y que por medios digitales se tenga acceso a todos. Hace poco escuché de parte del subsecretario de comunicaciones que habían viajado a una isla remota del sur de Chile a instalar internet satelital. La pregunta es qué tan grande puede ser la biblioteca de la escuelita de la isla, qué cantidad de libros se pueden llevar. Todo eso se acabó: digital, wifi, aplicación y estás leyendo los mismos libros que leen los niños en Santiago.

Libros editados y autoeditados

—¿Qué editoriales consideraste para este proyecto?

Trabajamos con casi todas las editoriales chilenas y a nivel escolar hicimos una alianza con Zig Zag y estamos profundizando otra con SM.

—¿Sigue estando el foco editorial muy lejos del libro digital?

Todos los editores están viendo las lucas del día y hoy lo que genera ingreso es el papel. Sale una gran compra del Ministerio de Educación y se obtienen facturas millonarias, entonces por qué van a poner el foco en el libro digital, que son libros baratos, no están masificados y que no tiene compras gigantescas por parte del Estado. Pero en los últimos dos años, con la irrupción de la Biblioteca Pública Digital, se ha dado un impulso. Y por mi parte también he dado ese impulso para que las editoriales y los autores chilenos aparezcan en digital y poder exportarlos globalmente. Al principio todo era portazo en la cara, pero actualmente muchas editoriales están publicando simultáneamente en papel y en digital. Hoy a nivel de empresa y de tecnología estamos preparados y los autores quieren verse en Amazon y decirle al amigo que descargue el libro.

Un caso con el que e-Books Patagonia logró gran impacto fue El verbo Kaifman de Fransico Ortega, el cual ha tenido muchos lectores en España. ¿Cómo se originó ese fenómeno?

De partida el libro y la portada son muy buenos. Hicimos una campaña puntual en Amazon donde se bajó el precio y se hace mucha publicidad a través de redes sociales. Cuando me llegó el informe de Amazon nos dimos cuenta que la mayor cantidad de descargas sucedió en España. Para un autor es muy difícil que lo impriman en otro país, pero gracias a los medios digitales la gran librería les está diciendo a los lectores usted debería leer esto que está a un botón de distancia.

el verbo kaifmann

—E-books tiene una alianza con Amanuta, con quien acaban de lanzar una app del libro La pobre viejecita de Rafael Pombo. ¿Cómo ha cambiado la visión del editor ante estos nuevos formatos de lectura interactiva?

En la diagramación digital el editor tiene que ver cómo agrega valor al libro. Tú puedes hacer una réplica del papel, como un PDF, pero es una fomedad. Entonces ahora el editor de papel tiene que pensar cuando el libro se está armando que la ilustración, por ejemplo, tiene que estar separada por capas para que cuando sea editor de digital las capas estén listas para animarlas. El gran cambio es que el editor de libros digitales infantiles tiene que pensar la obra desde el inicio.

—Por último, ¿cuál es la relación de las autopublicaciones con el mundo digital?

Es la moda máxima en el mundo. El 60% de las ventas de libros digitales en España son autopublicados. Es muy simple porque estas personas contratan un diagramador, un editor, un tipógrafo para la portada, pueden sacar libro en papel o digital, lo suben a cualquier empresa de venta de libros, lo ponen muy barato y se hacen famosos. Después llega una transnacional, le compran los derechos en efectivo y lo sacan, como 50 sombras de Grey.

 

 

 

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Germán Gautier

Periodista de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Tiene una pasión por las revistas que desaparecen, donde ha escrito sobre viajes, conservación ambiental y cultura.

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