Maurice Sendak (1928-2012) es el autor destacado del segundo boletín de Troquel. Su libro más emblemático es Donde viven los monstruos, título que ha sido reeditado recientemente por Kalandraka, la editorial española que firmó un contrato con los herederos de Sendak para publicar en español, y en todas las lenguas peninsulares, sus obras más reconocidas. Conversamos con Xosé Ballesteros, editor de Kalandraka, sobre Sendak, el autor que liberó a la literatura infantil de las moralejas.
—“Desde que se creó Kalandraka soñábamos con llegar a publicar en castellano Donde viven los monstruos”, has dicho. ¿Por qué ese cariño en particular por este título de Sendak?
—Cualquier persona que conozca la historia del álbum ilustrado sabe la importancia que tiene la obra de Maurice Sendak en este género y, especialmente Donde viven los monstruos, su obra cumbre, que está considerada por los críticos y especialistas como “el álbum perfecto”. Para nosotros es una enorme satisfacción poder ofrecer desde nuestro catálogo Donde viven los monstruos en una edición producida por Kalandraka, impresa y encuadernada en España, publicada en todas las lenguas oficiales de la península (y también en la lengua de los mayas) y, además, bajo la supervisión crítica del State of Sendak. Ha sido un reto que ha puesto a prueba nuestra capacidad como editores y gestores. Y creo que el haberlo superado ha reforzado nuestro proyecto editorial.
—¿Qué te pareció la adaptación cinematográfica de Spike Jonze de Donde viven los monstruos?
—Recuerdo que cuando se estrenó el film (2009) ya habíamos publicado el libro en varias lenguas de la península ibérica, pero no en español. Entramos al cine con la curiosidad de saber cómo podía haber resuelto el director un reto tan enorme: convertir un álbum ilustrado en un largometraje. Y también recuerdo que la obra nos gustó y emocionó. Quizás porque, de alguna forma, nosotros también estábamos implicados íntimamente en el viaje de Max y el film nos permitía adentrarnos en un mundo que ya intuíamos, en un espacio desconocido pero con reminiscencias familiares. Creo que la adaptación de Spike Jonze es muy respetuosa con el libro de Sendak y nos permite contemplar una fantasía como si fuera una realidad. Podemos ver el mundo como Max lo ve, repleto de belleza, pero también de peligros. Todo ello acompañado de una gran banda sonora. Muy recomendable.
—Donde viven los monstruos, junto a La cocina de Noche y Al otro lado, se considera la trilogía canónica de Sendak. ¿Qué une a estos tres libros?
—Son obras que fueron publicadas en años distintos. Donde viven los monstruos, 1963; La cocina de noche, 1970; y Al otro lado, 1981. Las tres se diferencian en su propuesta plástica que van desde la técnica del sombreado en cruz, que recuerda los antiguos grabados (ésta es su primera obra en color) pasando por el estilo pop del segundo, hasta el romanticismo pictórico del tercero. Sin embargo, es el propio Sendak quien las ofrece como una trilogía sobre: “cómo controlan los niños diversos sentimientos (el peligro, el aburrimiento, el miedo, la frustración, los celos) y logran entender las realidades de sus vidas”. Además, los tres libros tienen un marcado componente onírico, son tres ensoñaciones en las que los protagonistas: Max, Miguel y Aida, tres niños, se enfrentan a un viaje, una aventura, en la que deberán superar diversos obstáculos antes de regresar a su confortable realidad.
—Estos tres libros, al momento de su publicación, fueron resistidos por los adultos. Donde Viven los Monstruos y La cocina de Noche, llegaron a ser censurados. ¿Has percibido todavía cierta resistencia a Sendak por parte de los adultos?
Sendak dinamita el molde del “instruir deleitando” que preconizaban los que han usado la literatura como instrumento didáctico y moralista
—Por supuesto. La mayoría de los adultos se acercan a estas obras de Sendak con prejuicios porque sus personajes son inconformistas, irreverentes, desobedientes, ambiguos, “monstruosos”. Todo lo contrario de lo que supuestamente se “les debe enseñar” a los niños en esas edades. Algunos adultos no acaban de comprender que Sendak está en otra cosa, está dinamitando el estrecho y asfixiante molde del “instruir deleitando” que preconizaban los que han usado (y usan) la literatura como instrumento didáctico y moralista. Sendak coloca en un primer plano los miedos y la angustia que todos hemos tenido en nuestra niñez, que forman parte de la biografía de cualquier adulto, y propone un viaje iniciático y reflexivo del que los protagonistas regresarán más sabios, después de enfrentarse a sus temores.
—Kalandraka ha publicado también la serie Osito, ilustrada por Sendak y escrita por Else Holmelund Minarik. Al contrario de los libros ya mencionados de Sendak, las historias de Osito no son provocadoras; más bien, son tiernas y llenas de cariño maternal.
—La serie Osito comenzó a publicarse en 1957 en New York. La autora, hija de emigrantes daneses, escribía y contaba estas historias a su hija Brooke. Historias que llegaron a popularizarse en la escuela donde estudiaba la niña. Segura de que sus cuentos tendrían muchos lectores, Else se fue a New York buscando una editorial en la que publicarlos. Allí, un editor los aceptó a cambio de que los protagonistas fuesen sustituidos por niños. Pero Minarik se negó y siguió buscando editor. Fue la editora de Harper Collins (entonces Harper & Row), Ursula Nordstrom quien finalmente aceptó y le propuso a Sendak la tarea.
Sendak situó a Osito y familia en un entorno decimonónico, afectuoso y familiar que transmite tranquilidad y ternura. Una serie intemporal que se fue publicando en el período 1957-1968, aunque en 2010 apareció una secuela (Osito y Marco Polo). Es decir, que Sendak fue ilustrando los textos de Minarik a la par que iba creando sus propias obras y evolucionando en su estilo.
—¿Cómo ha sido el trabajo de edición? Tengo entendido que son los sucesores de Sendak quienes supervisan cada una de las obras publicadas.
—Hemos firmado con los herederos un contrato para publicar en todas las lenguas peninsulares las obras más reconocidas de Maurice Sendak. Hasta ahora hemos publicado 10 y realmente está siendo un trabajo de edición complejo, no tanto porque todo el proceso esté siendo supervisado hasta el último detalle por los herederos, sino porque cada libro debe ser lo más fiel a la edición original del autor. Sucede que estamos ante libros que en su día se imprimieron a partir de fotolitos, y en algún caso ni siquiera se conservan esas películas. Eso implica un nuevo proceso de digitalización, crear nuevos archivos a partir de las ilustraciones originales, etc… Y en ocasiones, elegir entre las distintas ediciones anteriormente publicadas de un título el modelo que será canónico.
Todo el proceso de edición es supervisado hasta el último detalle por los herederos de Sendak
—¿Tuvo cierta dificultad traducir los textos de los libros de Maurice Sendak?
—En algunos títulos más que en otros. Por ejemplo, La cocina de noche y Chancho-Pancho son textos de enorme dificultad a la hora de mantener la cadencia, el ritmo y la rima original. Un verdadero reto para cualquier traductor.
Publicar en cinco lenguas distintas al mismo tiempo nos permite realizar un ejercicio de traducción comparada y observar las propuestas y soluciones de cada traductor ante el mismo texto. Es un proceso muy enriquecedor. Tengo que destacar que hemos contado con la colaboración de grandes traductores e incluso que hemos recuperado las traducciones en español de títulos como Donde viven los monstruos, (Agustín Gervás), La cocina de noche (Miguel Azaola), El letrero secreto de Rosie (Eduardo Lago), y la serie Osito (Maria Puncel). Para las obras inéditas seguimos contando con Miguel de Azaola, y Al otro lado fue traducida por Ellen Duthie, gran estudiosa de la obra de Sendak.
Y en las demás lenguas hay nombres como Miquel Desclot para el catalán, Carla de Almeida para el portugués, Manu López Gaseni o Xosé M. Barreiro (Oli) para el gallego.
—El 2011, después de 30 años sin publicar un libro de su completa autoría, Sendak lanzó “Chancho-Pancho”, que se convirtió en su penúltimo trabajo ¿Ves en este libro una continuidad con su trabajo anterior?
—Con Chancho Pancho Sendak vuelve a transgredir los convencionalismos. Lo hace porque sigue siendo crítico con la Literatura infantil: “Los libros infantiles de la actualidad no son lo suficientemente salvajes” afirma en una entrevista que publicó The Guardian en 2011.
—“Hay un concepto equivocado de lo que es un libro infantil, lo que debe contener y lo que no. En esencia, la idea es que sean sanos, divertidos, ingeniosos y optimistas; que no muestren las pequeñas miserias de la vida real. Pero yo recuerdo cómo era la vida real”, ha dicho Sendak. ¿Cómo ha influenciado Sendak la labor editorial de Kalandraka?
Todos sus libros nos aportan algo nuevo, nos permiten una nueva mirada sobre la infancia, la literatura y la ilustración. Al observar y analizar Donde viven los monstruos es como si estuviésemos ante la plasmación del álbum ilustrado perfecto “cosido sin que se le noten las puntadas”. Es el modelo para cualquiera que desee publicar este tipo de libros porque nos enseña cómo conjugar las imágenes con el texto, el ritmo y la progresión de la narración, etc. Cocina de noche y Chancho Pancho nos muestran su faceta más divertida y Al otro lado la inquietud, la incertidumbre y el temor, desde la visión más poética.
Sendak es el adulto que nunca olvida al niño que fue, el que nos recuerda en cada momento que los destinatarios de nuestras publicaciones son los niños y niñas que se siguen emocionando cada vez que acompañan a Max en ese viaje allende los mares de su habitación. Para ellos, por ellos somos editores.