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Reportajes

El espíritu de Rizzoli no muere

Claudio Aravena Por Claudio Aravena

La primavera se siente en Nueva York. Por partes iguales, el sol y la lluvia dejan su rastro en la ciudad que nunca duerme. El clima cambiante es una excusa perfecta para refugiarse en una de las tantas librerías de la ciudad y disfrutar las novedades en ficción y no ficción. Una de las más emblemáticas...

La primavera se siente en Nueva York. Por partes iguales, el sol y la lluvia dejan su rastro en la ciudad que nunca duerme. El clima cambiante es una excusa perfecta para refugiarse en una de las tantas librerías de la ciudad y disfrutar las novedades en ficción y no ficción. Una de las más emblemáticas es Rizzoli, ubicada en Manhattan, la librería fue escenario de películas y series, pero también es un espacio imperdible para quienes buscan literatura, libros de arte, diseño y moda; y por cierto, cientos de libros infantiles.

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Vitrina de la librería. Créditos: Adam-Kuehl

Al subirnos al taxi el conductor nos advierte que la primavera ha producido un caos en Nueva York, que durante la semana en que estaremos en la ciudad lloverá, habrá vientos fuertes, noches frías, un sol radiante y —durante dos días— un calor por sobre los 32 grados Celsius. Y así fue.

Apenas el calendario marca  el 1 de mayo, los neoyorkinos guardan sus parkas —así siga lloviendo a chuzos— y buscan en sus clósets sus tenidas primaverales de lino, para caminar en sandalias o zapatillas de lona por las calles de la Gran Manzana. Los escaparates de las grandes tiendas se llenan de nuevos productos; los parques, de tulipanes y las vitrinas de las librerías de toda la ciudad exhiben las novedades literarias para el verano.

Justo en medio de Manhattan, en la zona conocida como NoMad (North of Madison Square Park), la fachada de Rizzoli —sin duda, junto a Albertine, una de las librerías más lindas de Nueva York— despliega el trabajo de la escultora Federica Matta, hija del pintor chileno Roberto Matta, creadora de juegos para niños en plazas de Santiago (Barrio Brasil) y La Serena. Federica ha realizado el diseño para una libreta de apuntes para la editorial Prestel (Random House), y Rizzoli aprovecha de promover su imaginario artístico junto a los libros que consagran su trabajo, entre ellos, uno editado por la chilena LOM.

Ubicada en el número 1133 de la calle Broadway, casi esquina con la W26, la nueva sede de Rizzoli se inauguró en julio de 2015 —su tercer local desde 1964—, luego de ser reubicada desde la calle W57, debido a la polémica demolición del edificio en donde estaba alojada. Y es que los conservacionistas y clientes habituales no pudieron comprender por qué se demolía una construcción emblemática para la ciudad, obligando a la librería a cambiarse.

Sucede que no estaban hablando de un espacio cualquiera: en la librería Rizzoli de la 57 se dieron cita grabaciones de películas emblemáticas como Falling in love, con Robert De Niro y Meryl Streep, y la clásica Manhattan, protagonizada por su director Woody Allen, también con la Streep, junto a Diane Keaton y una jovencísima Mariel Hemingway; además de la premiada serie de televisión Seinfield. Un último argumento era que el sitio Buzzfeed la había declarado dentro de las 16 librerías que había que ver antes de morir, lista que incluye al Ateneo Grand Splendid, de Buenos Aires, o la Librería Lello de Porto, en Portugal.

Meryl y De Niro

«Falling in Love» (en español, Enamorándose) es una película romántica de 1984, dirigida por Ulu Grosbard y protagonizada por Meryl Streep y Robert De Niro. En la versión 1985 del Premio David di Donatello, Streep recibió el galardón a la mejor actriz extranjera por su rol en esta película. Fuente: Wikipedia

La librería Rizzoli es parte de un gran conglomerado italiano creado por Angelo Rizzoli, quien funda la editorial del mismo nombre, en 1909. En 1927 se expande hacia el mundo de la prensa, con la publicación de revistas y semanarios. En los años setenta, adquiere la editorial del Corriere de la Sera y entra al mundo de los periódicos. En pleno boom de los ochenta, la familia Rizzoli —debido a un gran escándalo financiero— se aleja de la propiedad, entrega su participación total a nuevos socios y el holding cambia de nombre a RCS MediaGroup. Hoy está presente en imprentas, agencias de publicidad, de noticias (posee tres radios), en el mundo editorial (con más de 15 sellos editoriales, entre ellos, la francesa Flammarion y Rizzoli, que edita libros de lujo), en el mundo de la prensa (con cerca de 25 periódicos y revistas) y con la emblemática librería de la Gran Manzana.

Un recorrido virtual

Pero la demolición no pudo con el espíritu de Rizzoli y, luego de cerrar sus corners en el mercado Eataly y en la tienda Saks Fifth Avenue, abrió las flamantes puertas de su nuevo local a una cuadra y media del emblemático edificio Flatiron. La nueva librería conserva el aire del diseño del espacio anterior: estanterías de madera color roble, candelabros, pisos de mármol y papeles murales pintados a mano, del diseñador italiano Piero Fornasetti.

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© Claudio Aravena

Está dividida en secciones: revistas extranjeras y papelería; novedades norteamericanas, lengua extranjera, cocina, moda, literatura general, jardinería, diseño, arquitectura y libros para niños. Junto a un gran mesón de atención, con cubierta de mármol negro y lámparas de metal, lleno de pequeñas tentaciones de última hora: una guía sobre aves urbanas para recorrer el High Line Park o los pequeños libros que contienen los discursos feministas de la autora nigeriana Chimamanda Adichie

Entre los pasillos, grandes mesones apilan las novedades (de Joan Didion, de Lee Child, de Jardine Libaireo, de los seleccionados para el Man Booker Prize) y, por cierto, los imponentes coffee table books, como los editados para las exposiciones de la temporada en Nueva York: el que reúne el trabajo de la japonesa Rei Kawakubo para su marca Comme des Garçons, en el Metropolitan; el libro de la brasileña Lygia Pape, que presenta una muestra en el Met Breuer; los catálogos de la Bienal del Arte en museo Whitney, además del libro que recopila el trabajo del diseñador Martin Margiela, en la casa francesa Hermès.

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© Claudio Aravena

La segunda sección —que se inicia al traspasar una reja de fierro pintada de rojo—, podemos encontrar una tarima con dos sofás de cuero cafés, en donde se realizan las presentaciones de los autores y las conversaciones con artistas (en unos días estará Federica contando de su trabajo artístico). En este espacio, también rodeado de grandes lámparas, encontramos una completa sección infantil: álbumes, libros ilustrados, novelas juveniles y libros para los más pequeños.

En medio de una marea de nuevos títulos se destacan la compilación del trabajo del ilustrador francés Tomi Ungerer, realizada por Phaidon; la redición en formato board book de todos los libros de Oliver Jeffers; el abecedario del francés Xavier Deneux, maestro de las formas y del troquel, y el trabajo para primeros lectores de la pareja de ilustradores japoneses Kenji Oikawa y Mayuko Takeuchi, con su primer libro editado en inglés, Circle, Triangle, Elephant! (Phaidon, 2017). Junto a ellos, un clásico norteamericano: la redición de HarperCollins de varias historias de Maurice Sendak en un colección llamada Nutshell Library, en formato minilibros, en donde encontramos: One was Johny, Chiken Soup with Rice, Pierre y el musical y divertido, Alligator All Around.

La fuerte lluvia primaveral nos da una pausa para poder revisar en forma detallada los libros, las revistas y las películas que acá se venden. Nos sentamos en sus sofás de cuero a hojear y a escuchar con tranquilidad la música de guitarra española que suena en sus parlantes. Sin duda, no solo de museos, de parques y de tiendas necesita vivir un turista, debemos ser capaces de leer una ciudad a través de sus librerías; y quienes visiten Nueva York tienen una buena opción para hacerlo: Rizzoli nos da un aire de eternidad.

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Claudio Aravena

Estudió Literatura y Educación en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Es diplomado en Industrias Editoriales y magíster en Edición, en la UDP - U.Pompeu Fabra. Es gerente de desarrollo de La Fuente y participa como miembro colaborador de Colibrí IBBY Chile.

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