Aunque partió siendo un festival literario más modesto, hoy es tal la fama que ha alcanzado el Festival Literario de Paraty (Flip) que quienes quieren asistir deben reservar su estadía con un año de anticipación. Claro, el pueblo de Paraty no es grande y su capacidad hotelera tampoco, y la oferta de escritores es tan tentadora que son cada vez más los visitantes interesados en participar de este evento literario, y de paso conocer una de las ciudades coloniales más lindas de Brasil.
La gran invitada de este año es la biolorrusa Svetlana Aleksiévitch, premio Nobel de Literatura 2015, quien junto a prestigiosos escritores como Valeria Luiselli, Álvaro Enrigue, Irvine Welsh –el autor de Trainspotting- y el tan de moda Karl Ove Knausgård (conocido por su saga La Lucha) ya se encuentran en Paraty por estos días para participar del gran evento literario que este año se realiza entre el 29 de junio y el 3 de julio.
La lista de invitados también incluye al poeta sirio Abud Said, a la crítica literaria feminista Heloisa Buarque de Hollanda, al biógrafo Benjamin Moser, además de periodistas, poetas y académicos de varias partes del mundo que, junto a cientos de visitantes, ya llenan los hoteles y pousadas de esta pequeña ciudad de pescadores (ubicada a unos 261 km de Río de Janeiro), y que es famosa por sus numerosas iglesias coloniales y por sus calles de grandes adoquines, que fueron construidas por los primeros esclavos que llegaron a esta zona de Brasil.
Esta fiesta literaria, que comenzó en el año 2003 como un festival más pequeño, hoy es todo un evento cultural en la región.
Esta fiesta literaria, que comenzó en el año 2003 como un festival más pequeño, hoy es todo un evento cultural en la región, con actividades para los amantes de la literatura, pero también de las artes, el teatro, la danza, la música y la cultura en general. Cada año el Festival de Paraty homenajea a un autor brasilero fallecido (ya han sido festejados Vinicius de Moraes, Clarice Lispector, Jorge Amado y Machado de Assis, entre otros) y este año el curador a cargo de la Flip -Paulo Werneck- eligió como homenajeada a la escritora Ana Cristina César ‑conocida como Ana C-, quien se suicidó en 1983, y que fue una gran exponente de la poesía marginal brasilera y traductora de Emily Dickinson, Sylvia Plath y Katherine Mansfield.
Además de las mesas redondas que se hacen en torno a la homenajeada del año, los escritores invitados a este festival literario –tanto de Brasil como del resto del mundo- realizan presentaciones de sus libros durante estos cinco días, y participan de conferencias y talleres sobre distintos temas, a los que puede acceder el público acreditado. Para los niños también hay actividades – en la llamada Flipinha, en la Plaza de la Matriz- con encuentros con autores e ilustradores infantiles y presentaciones de libros en la gran plaza de la ciudad, que durante esos días amanece con libros colgados de sus árboles y repartidos por todo el espacio.
Este año, cuando se conmemoran los 400 años de la muerte de Shakespeare, el festival de Paraty tiene preparado además un espacio dedicado al dramaturgo, donde los participantes podrán acceder a lecturas y análisis de obras como Hamlet, El Rey Lear y Romeo y Julieta.
Una atractiva oferta de nombres
Sin duda el gran gancho de este festival literario está en los nombres de los escritores convocados. Y desde un principio fue así. Por este festival han pasado escritores como Salman Rushdie, Don DeLillo, Colm Tóibín, Jhumpa Lahiri, Tobias Wolff, Ian McEwan, Jonathan Franzen, J. M. Coetzee, Orhan Pamuk, Toni Morrison y los chilenos Isabel Allende y Alejandro Zambra, entre muchos más. Detrás de estos convocados está el ojo de la editora inglesa Liz Calder, quien fundó el festival hace 13 años, y que es experta en cuanto a aciertos literarios: sin ir más lejos fue ella quien publicó en 1971 la primera novela de Salman Rushdie y El mundo según Garp de John Irving, además de ser fundadora de la editorial Bloomsbury, lo que la hace cercana a varios de los más prestigiosos escritores anglosajones.
Cada año son miles los visitantes que llegan a Paraty atraídos por la oportunidad de conocer a sus escritores favoritos, participar de lecturas, talleres literarios y distintos eventos, en un entorno que además es privilegiado: una ciudad costera rodeada de naturaleza exuberante y de las playas más paradisíacas de Sudamérica, con arenas blancas, mar tibio y un paisaje que incluye más de 300 islas (algunas totalmente desiertas), a las que se puede llegar en cualquier bote a motor.
El festival, que usualmente se realiza en julio, le ha dado a Paraty una vida más allá del turismo tradicional que se toma todos los veranos el estado de Río de Janeiro, y le ha hecho adquirir una impronta literaria que antes no tenía. De hecho, no es raro que durante todo el año –y no solo los días del Flip- lleguen visitantes atraídos por la fama literaria del pueblo y por su tranquilidad y belleza, que lo convierten en un lugar ideal para los lectores.
El festival, que usualmente se realiza en julio, le ha dado a Paraty una vida más allá del turismo tradicional que se toma todos los veranos el estado de Río de Janeiro
Sin ir más lejos, uno de los hoteles más exclusivos de la ciudad es la Pousada Literaria, que tiene en cada una de sus habitaciones una pequeña biblioteca para sus huéspedes, además de un gran sala de lectura en la entrada del hotel con una gran biblioteca con libros en varios idiomas de los mismos autores que han visitado la Flip (hay una linda edición del Bonsái de Zambra en portugués) además de clásicos de la literatura. Y también hay buenas librerías en el pueblo (una muy completa, con una cómoda sala de lectura en el segundo piso, en la Rua do Comerció) y cafeterías y restaurantes que hacen alusión a la literatura –como el exquisito Quintal das Letras, en pleno barrio histórico- y centros culturales que se llenan durante los días del festival literario pero que funcionan todo el año.