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Reportajes

La biblioteca comunitaria Rija’tzuul Na’oo (o lo que soñaron un día los habitantes de San Juan La Laguna)

María José Ferrada Por María José Ferrada

Nada mejor para los promotores de lectura que conocer otros proyectos de bibliotecas alrededor del mundo. En este caso, nuestra colaboradora María José Ferrada nos cuenta del espacio lector levantado a pulso por los vecinos de San Juan La Laguna, poblado ubicado en Guatemala: La biblioteca comunitaria Rija’tzuul Na’oo, proyecto destacado por Facebook dentro de...

Nada mejor para los promotores de lectura que conocer otros proyectos de bibliotecas alrededor del mundo. En este caso, nuestra colaboradora María José Ferrada nos cuenta del espacio lector levantado a pulso por los vecinos de San Juan La Laguna, poblado ubicado en Guatemala: La biblioteca comunitaria Rija’tzuul Na’oo, proyecto destacado por Facebook dentro de los 10 iniciativas que los usuarios de la red social deben conocer.

Foto biblioteca 1

San Juan La Laguna, es un municipio del departamento de Sololá, en Guatemala, que está en el lado suroccidental del lago Atitlán. La cabecera municipal se encuentra rodeado por cerro. En la foto, niños en la biblioteca leen acompañados de una joven. Créditos: facebook biblioteca

Cuando los vecinos de San Juan La Laguna, Guatemala, decidieron que ya era hora de tener su propia biblioteca, pensaron que ellos mismos podrían construirla. Para esos tenían manos que poner a la obra. También piedras y arena, regalo del lago Atitlán. Se encargaron de acarrearlas y comenzar la construcción. Primero una piedra, luego la otra y así.

juana1Era el año 2001, pero la historia comenzó en 1989, cuando un grupo de vecinos de la comunidad decidió implementar una biblioteca comunitaria. “Maestros y organizaciones locales aportaron los libros que tenían para darle vida a este sueño educativo. En principio era un lugar ambulante, que no contaba con un espacio propio y pasaron varios años hasta que conseguimos un lugar”, cuenta Juana Imelda Hernández (en la foto), encargada de los proyectos sociales que se desarrollan en la biblioteca comunitaria Rija’tzuul Na’oo, y también de mostrar esta experiencia alrededor del mundo.

¿Por qué mostrarla? Porque se trata de una biblioteca particular no solo por su origen (un sueño, una piedra, otra y otra) sino también, porque fue creada con el fin de difundir y proteger la riqueza de la comunidad maya Tz’utujil. Es por eso que muchas de las actividades que realizan giran en torno al idioma maya local (Tz’utujil, Tz’utujil Tziij), que como dice Juana, “es lo que vincula y une a la comunidad”.

Fue justamente la existencia de un grupo virtual, creado en la biblioteca, dedicado a reunir y difundir información en este idioma, lo que llamó la atención a Facebook quien, en su décimo aniversario, eligió a esta biblioteca como uno de los diez proyectos que los usuarios de la red social merecían conocer. Así nació el video El bibliotecario, donde Israel Quic, explica la cómo la experiencia de alfabetización digital ha influido en la preservación y valoración de la lengua maya al interior de esta comunidad.

Y es que la construcción de la biblioteca permitió, en ese entonces, que los vecinos de la localidad accedieran a internet de manera gratuita (hasta ese momento solo lo podían hacer desde algunos cafés que cobraban por el uso de los computadores). Así, la tecnología se convirtió rápidamente en una aliada para que su cultura saliera desde San Juan La Laguna hacia el mundo.

Han pasado 10 años, y hoy cuentan con un centro de negocios que funciona desde la biblioteca y que les permite comercializar sus productos: tejidos, alimentos, artesanía. “El centro de negocio  —en un principio pensado solo para las mujeres— obtuvo en 2013 el premio a la innovación de la organización EIFL (organización que trabaja con bibliotecas de países en vías de desarrollo). Eso dio un impulso al proyecto y a partir de ahí lo fuimos ampliando. Hoy trabajamos con las mujeres y también con sus familias, porque ellas llegaban a los talleres de negocios con sus hijos y entonces vimos en eso una oportunidad: mientras las madres se capacitan los niños participan en alguna otra actividad que la biblioteca ofrece para ellos. Hemos creado una cadena de valor y creemos que los pequeños empresarios pueden tener oportunidades que se articulen desde aquí. Hoy algunos de ellos aportan un porcentaje de su ganancia  a la biblioteca y esperamos que ese aporte crezca en la medida que otros pequeños empresarios progresen”, explica Juana.

Mama y niño

Socios de la biblioteca. Créditos: facebook biblioteca

Así, poco a poco, recuperan los valores de solidaridad y colaboración que fueron destruidos durante el conflicto armado  que, como explica Israel Quic en el pequeño documental realizado por Facebook, instaló el silencio y el miedo al interior de la comunidad. Niños y niñas, hijos de padres traumatizados por treinta y seis años de violencia, crecieron sin información, sin voz. Es justamente eso lo que el trabajo comunitario, esa ancestral forma de cariño, ha ayudado a reparar.

hijadejuanaaprendiendoamolercafeHoy, entre las actividades culturales que se llevan a cabo en la biblioteca, se encuentran La hora del cuento (que los días jueves se realiza exclusivamente en el idioma maya tz’utujil) y el Pixab´, actividad en la que los abuelos comparten su experiencia y sus historias con los más pequeños de la comunidad. También los días jueves, se realiza el taller Niño tejedor, al que asisten los niños y niñas para aprender a tejer con la técnica de sus abuelas. Estas últimas se encargan también del taller Moler en piedra, en el que  grandes transmiten a chicos, los secretos de la elaboración del tradicional atol de maíz. Otro de sus ejes continúa siendo la tecnología, ya que, como explica Juana, la experiencia les ha enseñado que en la medida en que se mantengan actualizados encontrarán nuevas formas de aprender, investigar y llevar su cultura más allá del lago Atitlán.

Siguen sin contar con un presupuesto fijo y para financiarse venden helados, choco bananos y gelatinas. No es fácil, pero no se cansan. Saben que a punta de esfuerzo crearon una puerta al mundo, también a sus raíces. Y orgullosos, pueden decir que hoy no existe un solo niño en San Juan La Laguna que no sepa que tiene derecho a soñar.

Un pequeño diccionario

Aquí, algunas palabras traducidas del español al maya tz’utujil (gentileza de Juana) que pueden ser útiles a quienes alguna vez visiten la biblioteca Rija’tzuul Na’oo

diccionario

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María José Ferrada

María José Ferrada es periodista y escritora de libros infantiles. Su trabajo ha sido publicado en Chile, Brasil, Argentina y España, y ha sido premiado tanto en nuestro país como en el extranjero.

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