Bailando en la oscuridad es el cuarto volumen de Mi Lucha, la ambiciosa obra de Karl Ove Knausgard y donde esta vez revisita su juventud en su natal Noruega, y sus pasos como maestro. Ante la inminente llegada del esperado libro a Chile, bajo editorial Anagrama, los invitamos a leer una reseña publicada en Biblioteca Viva y a recomendar al escritor noruego más famoso de los últimos años.
El nuevo Proust. Así le ha llamado la crítica. Y es que en la colección de libros en que ha convertido su vida, Karl Ove Knausgard (Oslo, 1968) da cuenta de una mirada exhaustiva sobre el observarse, de recurrir a la memoria esquiva y, de alguna manera, retenerla por medio de palabras. Adictivo, “como el crack”, decía la laureada autora inglesa Zadie Smith sobre los libros que conforman Mi lucha, seis volúmenes que aún siguen en proceso de traducción al inglés y al español, y que lo han catapultado como protagonista de la escena internacional hace un buen rato. Karl Ove se transformó por un periodo en casi una estrella de rock, firmando sus obras en librerías de Nueva York, donde las filas se extendían cuadras, sólo para toparse con el nórdico más famoso del momento.
Knausgard ya era bastante conocido y premiado por la crítica en Noruega con sus trabajos anteriores, pero fue sin duda Mi Lucha la que provocó revuelo y una seguidilla de entrevistas, apariciones y la internacionalización de su obra. Mi Lucha, Mein Kampf, es el controvertido nombre con el que bautizó a la revisión intensa y detallada de su vida, donde todo se expone, nada queda fuera; ni amigos ni familiares, casi como una especie de exorcismo, algo que le costó animosidades y ex amistades. A Chile, han llegado tres de los seis tomos de sus memorias: La muerte del padre, Un Hombre enamorado y La isla de la infancia.
Knausgard exhibe su vida, mediante el trabajo constante de transmitirnos la sensación de inmediatez, de estar viviendo y no leyendo un libro de ficción, un relato. Hay digresiones, hay una resistencia a las convenciones tradicionales de cómo debe configurarse una novela, a no restringirse a determinados límites habituales.
Gran parte de las cualidades de este libro radican en ese cruce constante de la inmediatez de los pensamientos que nos relatan una vida con toda la cotidianeidad y en las divagaciones en que el narrador nos lleva al arte, a la filosofía, a otras lecturas. Pero por sobre todo donde se detiene en cada paso de su vida, en cada emoción, diseccionando sus propias vivencias ante la mirada de cientos de lectores quienes lo aman o lo odian.
Knausgard y sus 3600 páginas recibieron insultos y demanda, además de contar entre sus anécdotas la de un lector furibundo que entra ebrio a una librería en Suecia a quemar sus libros por considerarlo el peor escritor del mundo. Esa es la clase de exaltación que desata el que, para muchos, es el autor que ha dado la obra más contundente y ambiciosa de la literatura contemporánea. Por otro lado, parte de la crítica especializada de su país lo considera el autor más importante desde Knut Hamsun, Premio Nobel de 1920, dejando de lado autores connotados como el recién fallecido Hennnig Mankell o Jostein Gaardner, y otros varios autores de best sellers de novelas policiales.
Knausgard revisita en alguna medida lo que llamamos el corriente de la consciencia en literatura, herencia del modernismo, un recurso que nos invita a seguir al narrador, y en este caso, al mismo autor, por los recovecos de su mirada sobre su propia vida. Es ese recurso renovado, y la revisión de toda su vida lo que nos recuerda a Marcel Proust, uno en pleno siglo XXI con todos los matices que aquello implica.
Karl Ove es descarnado para mostrarse débil, indefenso, en mostrarse humano, y en cierta medida su exhibicionismo es hasta adolescente, casi una terapia expuesta a todo el mundo. Alguna vez soñó con escribir novelas grandilocuentes, mas la vida diaria como padre de cuatro niños y con dos matrimonios a cuestas, con toda lo doméstico del día a día, lo vio sumido en una realidad que terminó por convertirse en el material central de su trabajo.
Leemos cómo esa vida que consume sus días si bien son una molestia que declara una y otra vez en sus novelas, se convierten en las íntimas y sobre expuestas confesiones que dan cuerpo a su relato y que lo hacen tan atractivo. De alguna forma, Knausgard también da cuenta de la vida de un europeo, un noruego que vive en una civilizada Suecia que no tiene grandes problemas, sin crisis emocionales o una bandera política que llevar a la contienda y que vive en una especie de vacío, donde todo lo que queda de una vida son esas nimiedades diarias, esos gestos, esas relaciones familiares y donde no hay grandes batallas que esculpir en el tiempo; solo queda entonces el presente, con todo el vértigo que eso significa.
Los libros están disponibles en el catálogo online de Biblioteca Viva →http://goo.gl/9CvXbi